Cuando hablamos de desafíos físicos, la palabra 'ochomil' tiene un poder como casi ninguna otra. Por ser la cima más alta del mundo, el Everest tiene un halo de fama especial. Pero es otra cima la que corta la respiración de los que saben lo que es enfrentarse a la montaña: el K2 y sus 8.611 metros de altura.
Sergi Mingote, alpinista y deportista de alto nivel, lo sabe de sobra. Sabe que el K2 es una montaña prácticamente inexpugnable... en verano. Durante los meses más fríos, no hay debate. No se puede subir. Y esto no es literatura. Ningún ser humano ha coronado la montaña en invierno. Basta dar un dato: en esta estación el termómetro alcanza temperaturas de 60 grados bajo cero.
"Tengo claro que quiero volver". Con estas palabras, en entrevista para Deportes Cuatro, ha dejado claro Mingote que su desafío es un reto personal que busca la superación, no una locura. "Lo más importante de mi vida está por debajo de los ocho mil metros y es mi familia". La cota más alta alcanzada por un ser humano en invierno en el ascenso al K2 está los 7.650 metros de Dennis Urubko. Mingote tiene claro que quiere cima. Pero también reconoce que romper la barrera de los 8.000 metros sería un gran paso para seguir avanzando en el camino de lograr esta hazaña.
ElDesmarque.com, con este blog, va a acompañar a Sergi en su reto, contando con su propia voz y desde su propia cámara, una expedición que puede suponer un hito en la historia del alpinismo.