El caso Gürtel 'salpica' a Javi López
Sí, como lo oyen. Las ramificaciones de la presunta trama de corrupción y tráfico de influencias vinculada al Partido Popular han alcanzado de lleno al vestuario del Recreativo. Que el ubicuo Baltasar Garzón, al que ya imagino apostado acechante en la barra de Kiosko Manolín, nos coja confesados y evacuados porque se barrunta ya que el asunto de los trajes de Francisco Camps se va a quedar pequeño con la que le espera a Javi López por no querer enfundarse en uno. Recemos todos por que su chándal sea impermeable. En Cejudo se deben estar frotando las manos. Ya ni nos acordamos cada 15 días de que los dorsales no se ven ni con los coladores que hace años me recomendaban para ver o intuir la porno del Canal Plus. Y todo porque el técnico catalán y la etiqueta se repelen. No le va el pret à porter. El entrenador del Recre es más de estilo sport, casual, de andar por casa, pero por lo visto la indumentaria debe guardar algún tipo de relación directa con el estado de salud deportiva de un equipo, debe meter goles o evitarlos, porque sólo así se entiende que en algunos foros se le haya crucificado argumentando que no es digno merecedor de portar el escudo del club que le paga. Yo pensaba que, incluso con matices, un argumento futbolístico de peso para evaluar a un entrenador era que la pelotita entrase o no, pero nunca su atuendo porque el día que una corbata garantice el triunfo Amancio Ortega chapa por estrés. Podré criticar los errores que ha cometido Javi López sobre el césped o, ingenuo, en los micrófonos, pero no seré yo quien martirice, ridiculice o señale públicamente a una persona, a cualquier compañero de profesión en el ejercicio de su labor, por ejemplo, por su forma de vestir o apariencia. Y mira que ahora mismo se me están viviendo a la mente un par de ejemplos que harían incluso replantearse su carrera a Llongueras, a Paco Huelva o a los mismísimos Armani, Dolce&Gabbana o Gucci. No sé si también a Agatha Ruiz de la Prada.
Es más, si queremos desfilar todos en la pasarela Nuevo Colombino, sería justo reconocer y si no yo se lo recuerdo al lector que, para disgusto de Victorio & Lucchino, no son pocos los ejemplos de atavíos ‘indecorosos’ que colecciona el club en su historia más reciente. ¡Qué me dicen del laureado Joaquín Caparrós, engalanado con la camiseta sudada y portado a hombros en la celebración del ascenso a Segunda! O del propio Marcelino García Toral, el muñeco de los gusanitos Risi que diría un compañero, cuya inmensa sonrisa y merecido legado hace que olvidemos que se acordó del traje cuando ya hacía buen tiempo. Busquen las imágenes. Por no hablar de aquel otro, enrollado él -lo admito-, del que muchas veces ni siquiera el vestuario sabía si iba emperifollado o al desnudo porque cuando las condiciones climatológicas se tornaban adversas se guarecía en su coche contribuyendo a la cotización al alza de la Philip Morris mientras por la ciudad deportiva pasaban aviones. Algunos tienen menos escrúpulos que tela el sastre de Tarzán.
Por eso digo que, aun sin traje de por medio, Javi López debe sentirse como si fuese un implicado más en la trama Gürtel. Vestir indecentemente es su delito. Como si del que corneó mortalmente a Manolete se tratase, se le ha toreado en la plaza pública acusado de comprometer la imagen del club más antiguo del balompié nacional por no trajearse. Mira que si al final tenía razón Javi Fuego y el mismísimo Pepe ‘El Brujo’, sucedáneo del frikismo contratado por una amante despechada para acabar con la carrera de Cristiano Ronaldo, está cebándose con el Recre pero no por el maleficio instigado por una rubia de bote sino por su proveedor de trajes… ¡Póntelo encima del otro Javi! Sí, porque no duden de que, aunque invisible a los ojos de los más maleables, al técnico del Recre hace ya mucho que le hicieron un traje de madera, deportivamente hablando quiero decir. Creo que fue cuando por primera vez dijo que no tenía intención de pisar las tertulias, incluidas las de mesa camilla, cuando empezaron a tomarle medidas para su traje de pino. Con el chándal de andar por casa ganó a Las Palmas de Kresic y al Murcia de Campos, a los que sí que empieza a apretarle el nudo de la corbata, y habrá que ir probándoselo jornada a jornada para ver qué talla le queda más ceñida hasta ahogarlo.
Me encanta ir a la última y, por eso, doy más pistas a todos aquellos detractores de Javi López cuya imagen, por encima de su labor, se ha convertido en uno de los sólidos argumentos para que lo releven. ¿Han reparado en la mosca tan horrorosa que tiene bajo el labio inferior? ¿Y en las patillas a lo Curro Jiménez? Como se entere Fernando Palacios le hace un cambio de look que ni el de Betty la Fea. Todo sea por el recreactivismo. Y digo yo, si tanto pesa la indecorosa imagen que del club da supuestamente Javi López enfundándose en el chándal, ¿no harán más daño episodios más escabrosos como el del fichaje y posterior pulso de Nayar, o la errónea percepción que de Huelva y por añadidura del Recre se da a veces por España, o simplemente el silencio? Es sólo una suposición.