Algo más que un club
Las elecciones a la presidencia del Athletic trascienden más allá del ámbito meramente futbolístico. A día de hoy no hay rincón de Bizkaia donde no se hable sobre quién será el entrenador de Josu Urrutia, de la labor llevada a cabo por Fernando García Macua a lo largo de su mandato al frente de la entidad de Ibaigane o de los posibles fichajes para Lezama y el primer equipo. Lógico si damos por sentado que más de un club deportivo estamos tratando del sentimiento de todo un pueblo.
Un error que se repite elecciones tras elecciones en el Athletic es dar a entender que el que ha estado antes lo ha hecho mal. Nada más lejos de la realidad. Todas las directivas que han desfilado por Ibaigane, todas, han aportado lo suyo. Algunas, eso sí, han errado más que han acertado, pero eso es algo que también les sucede a futbolistas y entrenadores.
El respeto, bajo tal perspectiva, debe imperar por encima de todo. Aunque nunca es oro todo lo que reluce, el que más tiene que perder en este tipo de comicios es el Athletic. De lo que se trata es de que el socio se decante por la opción que considere más oportuna y, salga ésta ganadora o no en las urnas, respalde a la más votada. Las divisiones internas no conducen a nada. Menos aún en una entidad que presume de su filosofía y de haber vivido siempre en Primera