El defensa de la Real levantó la cabeza, vio a Gorka ligeramente adelantado, lo suficiente para intentarlo. Fue un golpeo excelente para hacer el empate. Jorge seguía el partido en la redacción de la Cadena Ser, “espero que no culpen también de este gol al entrenador”. Creía que las críticas a su colega eran excesivas, sabía que su estilo calaría. El partido acabó en victoria. Ha pasado un mes, diez partidos sin perder.
Consideró Jorge que el sábado era un buen día para acudir a la Catedral y ver en acción a su amigo. Acertó, de pleno. Disfrutó. Valdano admira a Bielsa, sufre por él, le gusta como juega el Athletic. A la conocida como “prensa de Madrid” también. Se le ve como el equipo capacitado para ocupar el hueco que parece haber dejado el Villarreal. Consideran a Herrera nuestro Cazorla, esperan la llamada de Del Bosque a Muniain, ven en Javi Martínez al líder sobre el campo. Perciben que ahora se usa a Llorente, pero no se abusa de él. Se juega con él y no para él.
“La única locura que le reconozco es la del exceso de virtudes” dijo Valdano sobre Bielsa. El Athletic ha fichado un profesional intachable, y eso tranquiliza. Más allá de su estilo y sus rarezas, más allá de los errores que cometió y reconoció a principio de campaña. Eso sí, aún no es el equipo de Heynckes en su primera época, seguramente tampoco el de Valverde en su mejor momento. Tampoco conviene enterrar la labor de Caparrós. No es bueno que el mismo globo que hace un mes estaba pinchado ahora esté tan inflado. Tiene buena pinta, pero esto simplemente ha comenzado.