Anoche quedaron atrás 35 años
Son tantas y de tal calibre las sensaciones vividas, que a ver cómo se calma uno para estar a la altura de la invitación de los amigos de EDB: Somos los mejores. A lo loco se vive mejor. Ni Barça, ni Madrid. Karajo… Bulle la tormenta de ideas zurigorris.
Anoche, al recoger los trastos en la cabina de campo, ya con las luces de San Mamés apagadas, llegó el primer momento de cierta reflexión intentando empezar a asimilar la machada de estos tipos tan enormes que defienden nuestros colores. Anoche me quedó claro que los 35 años han quedado ya atrás. Que igualado lo vivido en el 77, este mes de mayo que llega tiene que ser diferente al de entonces.
Hace 35 años era un renacuajo. Del Athletic, pero un renacuajo que aún no sabía el valor de las cosas. Ni tan siquiera las que se pintaban en rojo y blanco. De aquella noche de hace 35 años sólo recuerdo una imagen de esas que me acompañara toda mi vida. Imagino que entonces ya tendría que estar en la cama para ir al cole, pero… esa vez no. Estaba despierto. Lo justo para ver llegar a aita a casa y adivinarle en la penumbra de la entrada al pasillo. Triste, cabizbajo, en silencio, con la mirada perdida. Creo que me vio, pero pasó de largo. Venía de San Mamés, de ver el partido de la Juve.
Con el tiempo empecé a apreciar el valor de las cosas, incluidas las que se pintan en rojo y blanco. Supe lo que supuso aquel partido con los italianos o un mes después el del Calderón ante el Betis.
Por eso los 35 años pasaron anoche. Yo quiero volver de Bucarest y de Madrid y que el nieto de mi aita, otro renacuajo féliz con su camiseta del Athletic, no me vea entrar por el pasillo con rostro funerario. Prefiero entrar y decirle que el día 27 nos vamos a celebrarlo a la ría, a esa ría que le ha visto crecer al lado de casa. Luego ya aprenderá con el tiempo el valor de cosas como esas.
Aupa Athletic!