Ventri-Locuo Bielsa
Algún malicioso anda diciendo por ahí que Urrutia ha fichado a Caparrós para que, desde la sombra, el Athletic tire de “clasificación amigo” y saque, a toda costa, los partidos adelante.
La verdad es que después de lo de Pamplona y del resultado del domingo en San Mamés contra el Valencia es como si Bielsa se hubiera convertido en el muñeco del ventrílocuo Caparrós y estuviera movido por la exclusiva idea de ganar los encuentros a base de sacrificar el buen juego. Puede parecer así, pero nada más lejos de la realidad. El respetado mister rojiblanco, no da un paso atrás en sus convicciones ni para coger impulso.
Si el triunfo ante Osasuna ya pareció un milagro en toda regla, el 1-0 contra el conjunto de Valverde superó las expectativas del creyente más acérrimo.
Los males del equipo se repiten una y otra vez. Sin consistencia defensiva en líneas generales, cojo del ala izquierda, con un medio campo ramplón y un ataque últimamente escaso, principalmente porque la pólvora de Aduriz se ha mojado. En cuanto a Llorente, para cuando coja la forma el riojano estará ya camino de Turín.
Por el contrario, si que ha habido algunos aspectos positivos que convienen resaltar. Por ejemplo, el paso por el banquillo le ha sentado de maravilla a Gorka. Ultimamente parece “Yashin”. Salir de revulsivo también le ha ayudado a Muniain a reencontrarse con el gol. No en vano, el decisivo “bacalao” del domingo fue el primero de la temporada en competición de liga. Con estos importantes detalles, además otras virtudes como la fe y la unión de los leones o la respuesta casi siempre entregada de la afición y sobre todo, toneladas…, toneladas de fortuna, los de Bielsa ya están a 8 puntos de la primera plaza de descenso. ¡Quién nos iba a decir que a estas alturas de la temporada, después de tirar la Europa League y la Copa estaríamos todos con el corazón en vilo porque el Celta, el Granada o el Mallorca suman un puntito aquí y otro allí!
El próximo reto es ganar en un feudo donde los rojiblancos aún no se han estrenado: el Coliséum de Getafe. Sumar tres victorias seguidas sería el no va más. Pero me temo que el cupo de buena suerte lo agotamos ya contra Osasuna y Valencia. Para ganar a los madrileños habrá que recuperar el estilo y las mejores sensaciones de nuestro juego. El trabajo de la semana irá encaminado seguramente a este fin y no a implorar que Iraizoz tenga su día o que al delantero centro de turno se le paralice el pie cuando tiene un balón a dos palmos de nuestra portería.
Marcelo estará aliviado por los puntos obtenidos pero, en su fuero interno, se sentirá un poco avergonzado por la manera en la que sus chicos han ganado recientemente. Porque Bielsa no es Caparrós. Aborrece el “clasificación amigo”. Al argentino le gusta mover los hilos en todo momento para imponer su particular filosofía futbolística. No quiere ser un muñeco, una marioneta, pendiente de los resultados. El es el ventrílocuo, VENTRI-LOCUO BIELSA.
Jose Iragorri, Radio Popular de Bilbao