El que ha titulado así este comentario debe estar chalado. ¿Pero cómo alguien tan serio y profesional como Asís ha podido permitir a un iluminado escribir ese titular? Son preguntas lógicas que se suscitarían en cualquier lector o lectora al ver ese llamativo reclamo para este artículo. Pues bien voy a intentar disipar dudas. Desde luego, tal y como están las cosas si pones algo así estás fuera de la realidad. Sin embargo, si lo contextualizo en el fútbol de Bizkaia, seguro que se entiende el mensaje. No me dirán que no se le pone a uno o una la cara alegre viendo el puesto privilegiado que ocupa el Athletic en la Liga. Y qué me dicen de la Segunda B. En su grupo II, en un grupo totalmente nuevo y extraño para nuestro territorio con rivales infrecuentes en temporadas anteriores, los cuatro Barakaldo, Bilbao Athletic, Sestao River y Amorebieta, están ubicados entre los nueve primeros en la tabla y barakaldeses y bilbaínos en puesto de play off de ascenso. Luchando con equipos que hasta hace nada estaban compitiendo en Segunda División, con filiales integrados por jugadores de mucha proyección. Otra gozada es la Tercera División. Leioa, Portugalete, Arenas, Balmaseda, Gernika y Cultural de Durango, lideran el cajetín clasificatorio. Una maravilla, un frenesí. Es cierto que aún falta la mitad de la Liga y que hasta que no canta la gorda no acaba la ópera, pero que nos quiten lo bailado. Puede que al final se den más lágrimas que alegrías, pero hasta la fecha, sonrisa perenne. Y en este desarrollo de acontecimientos positivo para el fútbol en Bizkaia ha tenido que ver la manida crisis. Hasta hace muy poco a los jugadores vascos, en general, se los disputaban los equipos de fuera de nuestras fronteras. Se los rifaban por ser buenos profesionales, honrados sobre el césped y escasamente conflictivos. La chequera estaba llena de euros y, como profesionales, iban a donde mejor oferta les plateaban. Luego el brillar del dinero se tornaba en oscuridad. Las promesas se incumplían. Las nóminas no llegaban al sitio adecuado en el mes convenido. Se acumulaban las deudas, surgían los problemas, las familias se resentían, juzgados, pleitos… se iban sucediendo y muchos optaban por el regreso. Los bolsillos antaño repletos de dinero ahora son un páramo desolador y reseco cubierto de telarañas. Los equipos ajustan sus plantillas y apuestan por los de casa o por los de comunidades limítrofes sin recurrir a los de fuera. Así abaratan costes y gastos. Ahora, y Bizkaia no es una excepción, no se ha producido el citado éxodo por lo cual no hace falta la operación retorno. Hemos ganado todos, jugadores y aficionados. Se han quedado en casa, han reforzado nuestros equipos, aumentado la calidad. Los clubes bizkainos se encuentran compitiendo de igual a igual con clubes que antes nos triplicaban en presupuesto. Hoy en día, en igualdad monetaria y con las ganas de los de aquí se la logrado un mayor plus de competitividad. Espero, que con lo someramente descrito, se entienda el titular. Por Patxi Arteta, periodista
