Debe seguirse esta línea en todos los aspectos y frentes del club. Por supuesto, el aspecto deportivo es el principal y el que marcará el resto de labores que deberían desempeñar todos los que de una u otra forma pertenecen y sienten el club. Tan sólo esbozo cuatro aspectos de los muchos más en los que se podría profundizar: - Reforzar aquello que nos hace diferentes. El gran valor del Athletic es su esencia, su particular filosofía. Aprovechar la oportunidad para consolidar y reforzar la cantera de Lezama. Conocer y aplicar nuevos sistemas de trabajo. Captar y fidelizar jugadores. - Expandir lo que somos. Dar a conocer la filosofía del Athletic, un club que por su filosofía única llama la atención y provoca adhesiones allí donde es conocido. Ello implica la apertura de negocio del Athletic más allá de las limitadas fronteras que hoy tiene el club. - Aumentar nuestra influencia. Hacer valer en todos los frentes que afectan al club los actuales éxitos deportivos. - Capacidad de movilización y de cohesión. Imágenes como la de la afición rojiblanca en la final de Valencia, Manchester o Bucarest son muy valiosas. Esta temporada es muy importante para el Athletic: el futuro del club se empieza a escribir este mismo miércoles en San Mames ante el Shaktar Donetsk. Se juega más que un partido, es una oportunidad en rojo y blanco. En mis numerosos viajes con el Athletic no ha dejado de sorprenderme la existencia de peñas del equipo en muchos puntos de la geografía española que aún rememoran anteriores épocas gloriosas del equipo. Me gustaría que la participación en la Champions generase nuevas adhesiones a esta forma de vivir que es el Athletic. Es responsabilidad de todos.
Por Koldo Urriz, periodista.