¡A por el MaraCAMPNOUazo!
Tenemos sede para la ansiada final de Copa del próximo 30 de mayo y será en el Camp Nou. Hay que decir que la sorpresa fue mayúscula cuando el miércoles, desesperados con la espera, se dio a conocer la noticia.
Pienso que si ya pintaba complicada la final, ahora la situación se enmaraña aún más, pero somos del Athletic y siempre hay que tener esperanza y confiar en un posible MaraCAMPNOUazo. Además, recuerdo con especial cariño el centenariazo y como el Deportivo le ganó al Real Madrid la final de Copa en su estadio. Estas últimas semanas han estado marcadas por el desconcierto y los continuos ejemplos de como no hay que hacer las cosas. Desde que ambos equipos certificaron su pase a la finalísima el pasado 4 de marzo, no es lógico que hayamos tenido que soportar esta incertidumbre y que los interesados en acudir a la histórica cita hayan tenido que reservar alojamiento en tres o cuatro ciudades diferentes por si acaso. Finalmente, la reserva que no hay que anular es la de la ciudad Condal y estoy seguro que será el destino en el que menos camas se habían solicitado para finales de mayo. Una vez más, ha quedado muy claro que la Federación Española de Fútbol, al igual que ocurre en la Champions y otras competiciones europeas, debería de designar la sede de la final al comienzo de la temporada, independientemente de los que lleguen a la final. Pienso que la Federación debería de obligar a todos los clubes a ceder sus estadios para acoger una hipotética final y lo que no me entra en la cabeza es que el Real Madrid pueda negarse a ceder su campo y Florentino Pérez siga haciendo amigos con esa facilidad que le caracteriza. En 2012 el presidente blanco evitó que la final se disputara en el campo madridista poniendo como excusa unas obras en los baños y este año se le ha ocurrido la posibilidad de que el Real Madrid Castilla juegue un partido ese día. Hay que ver como piensa el máximo mandatario en su cantera y como mima a los futuros jugadores del primer equipo. Centrándonos en lo meramente deportivo, el destino ha querido que nos volvamos a ver las caras con el Barcelona. Muchos pensarán que ya nos podía haber tocado otro rival, pero como no se puede elegir, no queda otra que confiar en las opciones de los nuestros. En este sentido, hay muchos quienes recuerdan aquella final del 5 de mayo del 84 en el Santiago Bernabéu donde los leones derrotaron al Barcelona con el histórico gol de Endika. También son numerosos los aficionados rojiblancos que quieren agarrarse a las similitudes de aquella última Copa con la de este año para que incrementen las opciones de volver a ver la Gabarra por la ría. Se habla de las inundaciones que se dieron en el 84 y las que se han producido hace unos meses o que como ocurre ahora, los blaugrana contaban en aquella final con un argentino como máxima estrella. Yo nací el 2 de julio de 1984. Desde aquél año, donde se logró el doblete, el Athletic no ha vuelto a levantar un título. Esto significa que no tengo recuerdo alguno de lo que supone que los leones celebren un título. De lo que me siento orgulloso es de haber defendido la zurigorri como cachorro y haber podido ganar un Mundial en Nantes cono esa camiseta. Eso no me lo quita nadie. Como aficionado, he vivido momentos mágicos como las dos finales de Copa y, sobre todo, la de Europa League en Bucarest donde presencié la final y acariciamos la gloria, pero lamentablemente nos quedamos a las puertas de alcanzar un sueño que se está haciendo de rogar. Como todos los aficionados, yo también me agarro con fuerza a las opciones de ganar la final que, aunque no son tantas como quisiéramos, las hay. Este año yo me agarro al destino. Nací justo después de que el Athletic lograra sus dos últimos títulos y desde entonces nada de nada. En julio también nacerá mi primer hijo y confío que el destino sea tan caprichoso que su nacimiento coincida con el año en que los leones volvieron a levantar un título. En mi caso fue así, espero que con Owen se repita la historia y después no tengamos que esperar otras tres décadas para cantar el alirón. Seguro que su amatxu, blaugrana por los cuatro costados, desea que los leones ganen un título, pero que sea la temporada que viene y ante otro rival. Aupa Athletic!!!
Por Kevin Doyle. Periodista de Onda Vasca