El futuro del Athletic comenzó ayer
La consecución del título de la Supercopa ha marcado el año 2015. Su importancia se evidencia en dos datos: Atlético de Madrid y Athletic Club son los únicos equipos que han conseguido algún título en competiciones estatales al margen de Real Madrid y F.C.Barcelona en las últimas cinco temporadas; y además, la Supercopa es la única competición que no ha ganado el equipo dirigido por Luis Enrique durante el año 2015.
Esta supercopa ha sido el primer título que recala en las vitrinas del Athletic desde la década de los 80. Tras 31 años de sequia, el club rojiblanco vive durante los últimos siete años una tendencia muy positiva: desde 2009, ha alcanzado tres finales de copa, dos de supercopa y una de la Europa League; Asimismo ha participado en cuatro ocasiones en la Europa League y en otra en la máxima competición europea de clubes, la Champions League.
Esta trayectoria deportiva -importante en sí mismo- y la excelente situación económica no sólo resultan determinantes para que los jugadores más importantes del club opten por renovar su contrato con el Athletic (durante el 2015 han firmado su permanencia entre otros Iturraspe, Muniain, Laporte y se intuye próxima la de Williams), sino que además provocan que el Athletic resulte atractivo para jugadores inasumibles en otros momentos. Es el caso de Raúl García que aporta veteranía, despliegue físico, garra y es una pareja letal junto a Aduriz.
Por cierto, el extraordinario estado de forma y la sobresaliente efectividad goleadora del delantero donostiarra han sido una de las mejores noticias del año rojiblanco. A sus 34 años, ha marcado durante el 2015, 38 goles entre liga, copa, supercopa y competición europea.
El 2016, por lo tanto, se plantea ilusionante para el Athletic. Sin embargo, la perspectiva a largo plazo debe ser uno de las particularidades de nuestro club. Y en especial en lo que respecta a la gestión de la cantera. La permanencia del Bilbao Athletic en segunda división, aún siendo transcendente no es imprescindible. El principal cometido de la entidad es la formación de jugadores con posibilidades de jugar en el primer equipo, cachorros con garras de león. Los radicales cambios de rumbo que de cuando en cuando sufre Lezama no ayudan en esa tarea. Por el contrario son instrumentos más eficaces, una dirección no personalizada, el trabajo constante y colectivo, y la incorporación de las técnicas más modernas con criterios permanentes.
En el Athletic los triunfos llegan en base al trabajo planificado de muchos años y no se puede improvisar. Gurpegi, Aduriz, Susaeta y Laporte, entre otros, alzaron la supercopa ante el Barcelona; los próximos triunfos rojiblancos llegarán en los pies de los jugadores de los jugadores que ahora están en las categorías inferiores. Porque El futuro comenzó ayer.
Por Koldo Urriz, periodista