San Mamés, el teatro de las críticas

La Catedral, San Mames, un lugar donde nuestros mayores nos inculcaron el cariño hacia unos colores, una institución, un sentimiento, donde los días de partido la afición era única, donde se aparcaban las diferencias sociales, políticas y de cualquier índole.

Todos éramos Athletic, cantábamos las mismas canciones, animábamos al equipo, te abrazabas al aficionado de al lado sin conocerle al celebrar el gol del Athletic Club, se aplaudía al rival si así se lo merecía, incluso se reivindicaba aspectos sociales o políticos en su justa medida, vamos un lugar emblemático, un espacio especial, por lo que era conocida la afición de San Mames como una afición única de un equipo único en el mundo.
La afición desprendía calor, entusiasmo, fuerza al equipo, rugía, atemorizaba al rival, las canciones eran constantes, los txistus, las txarangas, que añoranzas del viejo San Mames…, qué ha ocurrido en el traslado de apenas 50 metros al nuevo San Mames.
El San Mames actual es un campo impresionante, es vistoso, es cómodo en el acceso, tiene colorido, es un espacio vivo, cuando accedes por primera vez es emotivo, te produce hasta ansiedad y parece que deseas que comience el partido y que sea una explosión de júbilo, pero eso casi todos los días de partido porque soy de una generación que vio como los mayores animaban y se desinhibían de su edad para animar y disfrutar de un juego que nos representaba ante el resto de contrarios.
Este San Mames no desprende calor, no ruge, no intimida, no se canta, no entran txistus, ni txarangas, no hay cánticos que represente a esta afición dividida por aspectos políticos principalmente, por las continuas críticas a la directiva en muchos medios de comunicación, en lo referente a los problemas en la construcción del campo, la ubicación del área de animación, que debiera ser detrás de las porterías, como toda la vida y toda la juventud junta en uno de los fondos, con precios asequibles a sus economías y si es un bloque entero…, mejor, limitar la edad a los 30 años de esas localidades.
La juventud que actualmente accede al campo, yo que me encuentro en una tribuna alta, tengo jóvenes a mi alrededor y precisamente, no animan mucho, son espectadores que se entusiasman cuando el equipo les anima con el juego y cuando termina el partido y vamos bajando por las escaleras, solo oigo comentarios sobre aspectos técnicos, tácticos, criticas a determinados jugadores y por parte de la gente más mayor comentarios de críticas a jugadas sin trascendencia de los jugadores, dando a entender lo mucho que saben de fútbol, triste espectáculo, todavía recuerdo esa letanía que algún aficionado, no sé si al fútbol, al Athletic o a su ego, tiene a bien decir “me lo vas a decir a mí que llevo viniendo a San Mames 40 años y sé de fútbol” y me remonto a lo que dijo Gainza de esa frase “si por ver fútbol, sabes de fútbol, las vacas de Lezama son las que más saben”.
Solo pido a través de estas líneas, que para el nuevo San Mames, tenemos que recuperar el sentido y sentimiento del aficionado, del hincha, del atlhetictzale, que no se nos vea solo en los viajes que se nos vea en San Mames, porque solo así volveremos a ser una afición única.
Por Demetrio Eguia. Entrenador de fútbol y comentarista en Onda Vasca