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Por un Athletic de izquierdas

ElDesmarque

En la escuela, en uno de aquellos colegios en los que, de manera consciente, le tuvimos que soportar tres lustros  al dictador y genocida ferrolano, aunque yo no pude verla en carne ajena por mostrarse esquiva a mis verdes ojos, ni manando de mis venas luego de haber sido agredido, la letra, eso se decía, así de manera figurada como constatación fehaciente de un hecho del todo probado, la letra, abarcando toda ella el conocimiento entero de las ciencias y las letras, la letra, digamos el saber y damos por zanjado el asunto, con sangre entra, en presente histórico que el latín se encargaba de amarrar.

Sangre, a veces en sentido metafórico de la parte por el todo, generalmente como tropo que abarcaba todo tipo de castigo: sopapo, regla, que golpea las  nalgas y los cinco dedos  de la mano como capullo de una flor antes de abrirse sus pétalos para exhalar al aire su perfume… Brazos en cruz soportando pesados libros como alteras que ejercitan su musculatura para poder morder metal en olimpiadas luego de, en arrancada o dos tiempos, alzar el carro hasta exhibirlo horizontal en las alturas. Orejas de burro recorriendo pasillos, entrando en aulas ajenas.
Una hora de más como castigo o privado del recreo que conlleva no jugar a fútbol destrozando los zapatos… o recibiendo pelotazos en la barriga… Castigos mil. La inquisición pero sin muerte. El saberse señalado ante la gente.
Una nota para la madre, Venga usted de visita que tenemos que hablarle de su hijo... Yo no fui un alumno maltratado. Alguna trastada que otra ya hice… pero en el colegio de Nuestra Señora de Begoña de Sestao los Hermanos de la Salle estaban reñidos con el dicho de la letra y de la sangre.

No se puede negar que a algún profesor, seglar o laico, la mano se le fuera alguna vez, pero es, habría sido, y será por siempre la excepción que confirma la regla, nunca mejor dicho, de madera, como el cartabón o el palo que se desencajó de una silla de aquellas con mesita de pupitre, canalón para el lapicero y un pequeño pozo en el que mojar la pluma de tinta china, nada de boli, caligrafía pura, con estilo se escribe mejor.
Mas el más cruel de los castigos fue ése, o aquél, que uno nunca vio pero del que mucho se habla, o se habló, acercar la oreja a la boca de los viejos, escuchando se aprende y se escribe mejor, conocimiento de causa, hacerse cargo a estas alturas de la vida de que ser zurdo de mano era algo siniestro que se trataba de corregir, arrastrar al niño hacia la derecha hasta convertirlo en diestro, diestro y casi maestro, como los toreros, el Cordobés, el Viti, Palomo Linares, Antoñete, Semana Grande en Bilbao, fuegos artificiales, corridas en el coso de Vista Alegre, y los niños, de Colonias, a la espera de Septiembre, temeroso el que con la izquierda escribe, hostias como panes, alegre y feliz el que a la hora de los partidos de futbol controla, conduce, regatea y golea con el pie izquierdo, las bicicletas no eran para el verano, en el patio de mi colegio, en Sestao, se pedaleaba en Otoño, Sarabia las inventó, en Septiembre, cuando en la Alameda de Las Llanas las hojas de los árboles empezaban a caer.

Nadie osó, sacrilegio habría sido, afearle a Sarabia su estilo zurdo, elegante, de libro, lo que hacía con las manos no me importa, tampoco a Jose Mari Mujika, licenciado en Bellas Artes, Rama de las palabras que se alejan de su nido tanto y tanto que terminan cayendo en el más allá, valle donde crece la metáfora, una a una, ramos, coronas y huertas, el Edén de la alegoría, Sarabia: ´el orfebre de Gallarta´.
Aquel afán desmedido de los esbirros de Franco de acabar con las izquierdas hasta a la hora de escribir. Que todo sea de derechas, diestro, guerra a muerte a los siniestros, es tan rojo el zurdo como el que la causa republicana con las armas defendió Se trataba de buscar un motivo para entender esa inquina contra el niño que de manera torpe y errada la mano izquierda utiliza a la hora de escribir, así en el cuaderno de hoja milimetrada como en la pizarra…”Mi mamá me mima”…Antes de que sea tarde, pensaba el Generalísimo… Mejor cortar por lo sano…que quedarse a la espera de que el niño del presente se nos convierta en un rojo republicano…
A los 31 días de agosto (Happy birthday to you, Van Morrison, “León de Belfast” llamado) de 2016, este hombre, que soy yo, piensa, o quiere creer, que ser zurdo de mano no es delito. Rara avis, sí, especie protegida que deviene en preciado tesoro si el hecho de ser ´de izquierdas´ lo lleva hasta el extremo de reclutar para su causa a la pierna del mismo lado.
Zurdo total, cerrado… pero pensante y creador, hacedor de maravillas, centrémonos en el fútbol, situémonos en Lezama, laboratorio, factoría, fábrica, Ciudad Deportiva de Caparrós donde se diseña como si se entendiera que tras uno, el resto como en troquel.
Se empieza aquí a hablar de futbolistas. Que escasean. Dejemos a un lado los peones que defienden, leones fieros y bravos que se dejan la piel protegiendo al can Cerbero. Hagamos memoria hasta crear un listado. Y veamos de qué manera llama la atención la suma desde hoy hasta mi cuna, pesebre de pensamientos donde nace mi memoria… Atención… Anuncio… Se buscan zurdos talentosos con querencia hacia la cal. Punto de partida, la divisoria; su misión, correr y crear. Abrir el campo, que se dice, sin principio ni final. Ha escrito el cartel Valverde, que es el mismo que lo lee.
Pide elementos que enriquezcan su plantel, variantes para su juego, zurdos de banda, por Dios, que el futuro será luego. Amante fiel del sistema 1-4-2-3-1, a la hora de ubicar un futbolista zurdo en la banda izquierda de la línea de tres, un centrocampista de izquierdas a fin de que no se vea obligado a jugar a pierna cambiada, busca entre lo que tiene… y no encuentra absolutamente nada. 

Gestor de la herencia que recibió, modosito en su gesto, rabiando por dentro, porque Ernesto Valverde está oficiando contra natura. Sobrado en la banda derecha y por dentro, por la izquierda se ha visto forzado a alinear a jugadores como si corderos al matadero,.. Muniain, Williams, Merino, Viguera, Unai López, Susaeta, todos diestros; Aketxe, zurdo pero como aquel al que a la horca a la fuerza se le lleva.
Zurdos hay, pero el virtuoso Vesga es un medio centro más puro que el agua de Lanjarón. El zurdo de más calidad, Laporte, lo coloca comandando la defensa. El resto son laterales, Balenziaga, Saborit... Fíjense ustedes si verá desvalida la banda izquierda del centro del campo que en ocasiones tan sólo le interesa protegerla con la polivalencia de un lateral derecho de libro como Iñigo Lekue.
Se pensó en Merino y Berenguer, ambos de Osasuna, pero el primero se le fue a la ´Bundesliga´ y para hacerse con el segundo se le agotaron al club de Ibaigane el tiempo y las ganas . Sin un especialista en esa parcela del campo, el equipo acusa, y acusará, una notable cojera, como la viene acusando desde que Argote se marchara a Zarautz a tocar el acordeón con carácter vitalicio.
Ilustres zurdas han ocupado esa banda, o los aledaños, a los que recurrían temerosos de la cal: Uriarte, Txetxu Rojo, Urtubi, Mendiguren, Sarriugarte, Yeste… y cuando el zurdo faltaba, un apaño, al igual que se hace hoy: Alkiza, Ezkerro, Ibai Gómez… ¿Qué pasa en Lezama!... ¿A la espera de Córdoba o Seguín? Déjense de parches… que lo de Lekue, aparte de que chirría, es pecado capital. Que lo de Susaeta es blasfemia. Que lo de Viguera era esperpento. Que lo de… ¡qué se yo! Doctores tiene la Iglesia. Que Lezama es Vaticano, y Amorrortu, su ´Papá´…
“Yo no sé lo que es el destino”/, canta Silvio Rodríguez, “caminando fui lo que fui/ hay amor que será divino/ yo me muero como viví”… Quitando hierro al asunto, suplicando con humor, reclamando algo que falta, el manejo del balón…
En la época de la Uni de Leioa, formando parte del equipo de San Informando que dirigía José Iragorri, antes de cada partido, pelea de tres gallos en el mismo gallinero, tres medio centros huyendo de las bandas como si fueran posición menor; el medio centro, donde siempre brilla el mejor, y es que ninguno de los tres éramos zurdos, la cosa viene de lejos, zurdo y extremo, quién te ha visto y quién te ve, una de dos, o en laboratorio duplicamos a Estanis Argote hasta lo eterno, o se ficha sine diem al quinteto de Podemos, por aquello de la izquierda revolucionaria y extrema. Denme el punto de apoyo de mi fantasía… y levantaré los cimientos de Lezama. He aquí mi arriesgado organigrama…
Pablo Iglesias, por aquello de que sabe de la Catedral. Juan Carlos Monedero, cuidando el dinero. Iñigo Errejón, si no es con bacalao, que sea con aguijón. Pablo Etxenike, ideólogo que entra en nuestra filosofía por aquello de su apellido.
Si se les da el debido tiempo para que puedan trabajar por, para y desde la izquierda, Lezama verá cómo nacen, crecen y triunfan futbolistas de izquierdas para que fortalezcan la estructura del Athletic Club. Aunque se les obligue a jugar en el ´Centro´… del campo. Como a la espera de Argote. Y ustedes que lo verán. Y si el equipo en el intento se fatiga y llega justo, cuando no pueda y se cansa… Carolina… ¡Bescansa! Una sonrisa. Por favor.  Por Luis María Pérez, 'Kuitxi'.  Periodista y Exjugador del Portugalete.   

@kuitxi

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  1. Invitado

    Creo que ya está bien de mezclar deporte con política

  2. Invitado

    Imbécil

  3. Miguel Suaña

    Excelente artículo. Tanto en el contenido como en la forma: intenso, entretenido y, a la vez, riguroso. Enhorabuena, Desmarque, por el "fichaje" del autor del mismo. Estoy convencido de que 'entra en nuestra filosofía"... M.S.