Athletic Club: cuestión de cabeza

Pocos equipos sacan más partido a la estrategia que el Athletic Club. Beñat es un lanzador de calidad suprema. Preciso y certero en el golpeo, y ante el Valencia CF lo volvió a demostrar. Tocaba remar a contracorriente y los rojiblancos encontraron el empate a balón parado. Se estrenó Aritz Aduriz con un cabezazo sublime, inalcanzable para Diego Alves. El equipo y la parroquia de San Mamés necesitaban los goles del ariete como agua de mayo.

Las jugadas ensayadas son un filón para el Athletic, más aún cuando la creatividad en ataque escasea y el equipo se atasca en los últimos metros. Frente al US Sassuolo, quedó claro desde el pitido inicial que el poderío aéreo los de Valverde era muy superior al de los italianos.
Por eso mismo sorprendió que en el minuto cinco Beñat buscase a De Marcos más allá del segundo palo en un saque de córner. No estaba Aduriz en el campo, pero sí San José, Laporte y Raúl García. También Yeray, que se impuso en el salto y cabeceo dos centros sin fortuna. Ya con el pichichi donostiarra en liza y con 1-0 en contra, Beñat pone el balón en juego para Susaeta, en raso. No se pudo sacar tajada de ninguna de las dos jugadas.  Hoy en día todos los equipos estudian con detalle al rival y por ello el factor sorpresa es un recurso nada despreciable. El trabajo que realiza el cuerpo técnico en Lezama a puerta cerrada da sus frutos, pero el Athletic debe explotar al máximo cada córner, cada falta cerca del área.
De los 57 goles que marcaron el pasado curso en Liga (uno más en propia puerta del contrario), 17 los hicieron de cabeza. Casi un tercio. Casi nada. Por supuesto, no todos fueron en jugadas de estrategia, pero reflejan la capacidad de batir por lo alto al adversario.  Marcar y ganar depende de muchas cosas. Casi siempre es cuestión de cabeza, y en eso, el Athletic no puede dejar pasar ni una.  Por Janire Fragua, periodista de ETB Kirolak 

@janirefragua