Que bote San Mamés
El matemático Abraham Wald protagonizó en la Segunda Guerra Mundial una de mis historias favoritas, con una frase a contracorriente que tendría que estar grabada a fuego en los programas de todos los candidatos a la presidencia del Athletic Club de forma perpetua: “Hay que mejorar el blindaje de los bombarderos justo en los lugares en que estos no han sido alcanzados”.
La idea que expuso ante las autoridades militares británicas para evitar tantas bajas en los aviones escandalizó a los expertos, pero a mí me parece totalmente acertada. Si aquellos bombarderos habían logrado regresar a la base aún siendo ametrallados en varias zonas, significaba que podían volar a pesar de los agujeros. Por tanto, convenía reforzar los puntos no acribillados, los mismos que habían supuesto el derribo de otros.
Y eso es precisamente lo que todos los gestores deben preservar. En nuestro caso, con dos valores que han hecho del Athletic un equipo singular en todo el mundo durante su centenaria historia: la apuesta por la cantera y el respaldo de la afición. Porque estoy convencido de que sólo con potenciar ambos aspectos siempre seremos un Club de Primera, por muchas leyes Bosman y repartos televisivos que nos intenten debilitar.
En el primer punto estoy totalmente tranquilo. Según los datos oficiales publicados en prensa coincidiendo con el inicio de Liga, de los 25 jugadores de la primera plantilla, 20 son canteranos. Y 12 de éstos vizcaínos. Unas cifras esperanzadoras, que nos sitúan en lo más alto del ránking del estado, y que confirman el perfecto funcionamiento de Lezama y de todos los clubes convenidos que alimentan la factoría.
El apoyo de la afición me siembra más interrogantes. Y no porque dude de la fidelidad de la masa social fuera de San Mamés, que es inquebrantable. Si no porque dentro del estadio se aprecia un notable decaimiento del ambiente, como esta misma semana ha subrayado la Iñigo Cabacas Herri Harmaila. Cualquier socio lo puede corroborar. La animación en la nueva Catedral no es la misma de antaño.
Y en ese tema hay que persistir, dándole la batalla. Si en la última década, en Bizkaia, se ha podido revertir la sangrante multiplicación de camisetas de Messi y Ronaldo en los patios de ikastolas y colegios, por qué renunciar a “dinamizar el cotarro del coliseo zurigorri a través de ideas, canciones o intercambio de cualquier información”, como se detallaba en el comunicado de ICHH publicado en la web de ElDesmarque.
Lo primero de todo es asumir que tenemos la mejor afición del mundo... para acudir a animar en las finales de Copa. O en desplazamientos míticos como los de Old Trafford o Bucarest. Incluso en partidos marcados con rojo en el calendario; la vuelta del torneo del k.o. frente al Sevilla o la eliminatoria previa de Champions contra el Nápoles se me ocurren a bote pronto como más explosivos.
Pero en el día a día, en el torneo de la regularidad, otras aficiones nos están adelantando por la izquierda. Nos guste o no. Reconozco que mi ubicación en el nuevo San Mamés, el teatro para algunos rivales, no es la más adecuada para meterme en los partidos. Y que por mis obligaciones en Cantera Deportiva no puedo acudir a todos los encuentros. Pero cada vez que voy, la sensación es la misma: esto ya no es lo de antes.
Esa es la realidad. Y desde que mi amigo Asis Martín me invitó a escribir unas líneas al respecto he preguntado a todos los socios del Athletic de mi entorno sobre las causas de este bajón. Sin obtener una respuesta clara. Nadie sabe el motivo exacto, pero reconocen que es así. Vamos, que hay que darle una vuelta al tema, como hizo el pasado jueves la Iñigo Cabacas Herri Harmaila en su sede de Olabeaga.
Una reflexión que seguro que también se hacen en la Junta Directiva del Club, aunque de momento no lo reconozcan. Porque no queda otra para empezar a remontar el partido. Hay que mejorar el blindaje de los bombarderos justo en los lugares en que estos no han sido alcanzados, que decía el matemático Abraham Wald. Para que nuestro querido bombardero continúe volando durante varios siglos más.
Aupa Athletic!
Por Joseba Benito (Director de Cantera Deportiva)
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