El Athletic asalta el Bernabéu... ¿Por qué no?

Son tres puntos como cualquier otra victoria, pero el regusto de ganar a tu vecino siempre supone un extra anímico que no te lo dan otros encuentros. El Athletic Club ganó, nueve derbis después, a la Real Sociedad y lo hizo en uno de los mejores partidos, si no el mejor, de lo que llevamos de temporada.

Está siendo un inicio de temporada algo extraño. Las sensaciones y, sobre todo, el juego no están rayando a la altura de las expectativas de la plantilla, que cotiza al alza, pero sin embargo los puntos (clasificación, ‘amigo´, que diría Caparrós) sí que lo están haciendo.  La posición de los rojiblancos, tanto en Europa como en La Liga es, bajo mi punto de vista, más que notable. Corregido el hundimiento de Sassuolo en la primera jornada con el triunfo ante el Rapid en San Mamés, y a sólo tres puntos del líder en la competición doméstica después de jugarse ocho jornadas.  Así, leyendo estos datos de manera fría, podríamos decir que estamos ante un gran Athletic, pero lo mejor de todo es que los pupilos de Ernesto Valverde aún tienen mucho margen de mejora, después de visto lo visto.  Y no lo decimos porque caigamos en una euforia desmedida, muy habitual en estos lares del fútbol, sino porque estos mismos protagonistas ya han demostrado de lo que son capaces y, desde luego, es mucho más de lo ofrecido hasta ahora.  Las dos últimas pretemporadas fueron casi ya temporadas con el objetivo de clasificarse para la Champions, primero, que se logró en esa eliminatoria ante el Nápoles, y con el doble objetivo de meterse en la Europa League y de la Supercopa ante el Barcelona, el año pasado, con un resultado final brillante.  En la actual campaña, todo empezó más despacio. No había necesidad de ponerse a mil por hora tan pronto, y quizá ahí pueda estar la clave de que los motores aún no estén a toda revolución. El año es largo y habrá tiempo de estar al 100% en los momentos determinantes, cuando el calendario asome el año 2017 y los objetivos empiecen a definirse.  Mientras tanto, bien haría el Athletic en ir corrigiendo los despistes defensivos que tan caros costaron en Málaga y que a más de uno le quitaron el hipo del susto el domingo en San Mamés.    
Muniain  Capítulo aparte merece la actuación de Iker Muniain en el derbi. Fue el que todos esperamos que sea y el que ha aparecido en menos ocasiones de las deseadas. En definitiva, ese chico ‘especial’ que tanto remarcaba Joseba Exteberria cuando el de la Chantrea debutó siendo un león con sólo 16 años.  Ojalá no sea un espejismo e Iker puede mantener ese nivel. Aún tiene 23 años y mucho recorrido por caminar. Alguno dirá que no hay que ser tan exigente, que las lesiones de rodilla son difíciles de superar; yo digo que la exigencia alta se tiene con los que pueden responder a ella y Muniain tiene condiciones para hacerlo. No debería conformarse en pasar a la historia como un jugador más del Athletic. Coincido con Etxebe en que es alguien especial, ahora es su turno demostrarlo en el verde.  Genk y Real Madrid  La semana es de aúpa. Los retos complejos, a la vez que atractivos. Primero en Bélgica, para enderezar el pase a los dieciseisavos y dejar el descalabro en Italia como un mal recuerdo; y después el Santiago Bernabéu, coliseo en el que últimamente los rojiblancos siempre salen escaldados con goleadas en contra.  Dependerá de muchos factores, pero no creo que ninguno de los dos sea imposible. Cada uno a su manera. De momento, faltan Beñat y De Marcos para el jueves y seguro que se notan, porque son dos piezas determinantes en el esquema de Valverde, pero si algo se demostró en el derbi es que esta plantilla tiene casta y coraje para superar todos los retos, incluido el del Bernabéu. ¿Por qué no?
Por Jon Hernández, periodista deportivo en talkSPORT narrando Premier League y en Perform Group con noticias deportivas.

@jonhernandez85