Ernesto Valverde, Saturno y Mikel Vesga

Ernesto Valerde es Zeus, Dios creador, pero, al mismo tiempo, Saturno voraz que se trasiega a sus propios hijos en banquete privado y silencioso. Capaz de elevarlos hasta su celeste altura... o de comérselos vivos. Busquemos botones como ejemplo a fin de que salga a la luz su apetito canibalesco... y su lado protector a los hijos que más ama...

Cuando Erik Morán paso del filial a 'los mayores' para hacer la pretemporada con el primer equipo, su modo de obrar, así individualmente como en equipo, fue del gusto del míster del Athletic Club hasta el punto de exclamar a cielo abierto en Lezama: "Me lo quedo"...
Como hizo con otros jugadores de la quinta del medio centro jarrillero, podría haberlo cedido a un equipo de campanillas, en el que medrara, o haberle dado el finiquito para que se buscara esa vida que, los que la han experimentado, dicen que existe más allá del Athletic...
Cuando llegó el mercado invernal, y a pesar de que Morán no había tenido presencia en el verde de San Mamés, Valverde no hizo ni el amago de cederlo.Y fue así como Erik se convirtió en un experto comedor de pipas sentado en la butaca del estadio.
Recuerdo una aparición en la que arriesgo en demasía al trazar un pase horizontal y raso en una zona de máximo riesgo. Aquel error, "run run, run run",  provocó que el futbolista apenas entrara en las convocatorias.
Terminó el curso balomédico. Se puso en marcha el siguiente...
En manos de 'Txingurri' estaba el presente y futuro de su pupilo, un centrocampista del que los senadores rojiblancos hablaban maravillas. Y fue que sí, Te quedas, chaval.
Te quedas, sí, pero... ¿para qué?... A Valverde 'le pone' ver a alguno de sus chavales comiendo frutos secos en los aposentos más prestigiosos de la Catedral.
Luego de temporada y media sin contar para nada, Ernesto Valverde dio su brazo a torcer. Torcedura que no le causó daño, ni de la que dio una explicación convincente, no tanto acerca de su cesión... sino como al hecho de haber ejercido cual perro del hortelano con el muchacho de Portugalete.
Es difícil, sino imposible, entender que un entrenador de Club tire piedras hacia su propio tejado. Pero lo cierto es que tener a una perla de Lezama en casa y con la pata quebrada no es de de recibo.
Williams, Merino, Lekue... subieron para quedarse y ejercer como leones. Coherencia en estado puro. En la pretemporada de este ejercicio en curso, Oscar Gil, Saborit, Yeray y Mikel Vesga fueron los llamados, y excepto Gil, que encontró acomodo en el Oviedo de Fernando Hierro, también los elegidos.
Saborit, 'viejo' conocido de la casa de Ernesto, aunque pocos, tiene sus minutos. Yeray, para sorpresa, agradable pero sorpresa, del más pintado, de forma sosegada, sin estridencias, se esta haciendo un hueco en el lado derecho del centro de la defensa, junto a Laporte, dúo dinámico que casa perfecto, muchos años por delante, pero con la espada de la cláusula de rescisión suspendida sobre sus cabezas.
En su día, Valverde le robo a Erik Moran el mes de abril, y casi 18 meses más. Hasta el extremo de condicionar seriamente su carrera de futbolista.
Mikel Vesga, zurda de oro y seda en la medular, allá donde se remansa el fútbol luego de haber nacido en las manos del portero. Podía haberlo decido, pero decidió hacerlo suyo a la hora de los descartes y las cesiones.
Vesga, una joya, corre el mismo peligro que destruyó a Erik Morán. De momento, apenas ha contado sino en un puñado de minutos. Se dice que es bueno que de uno se hable siempre, aunque sea mal. Los que no siguieron al Bilbao Athletic de Ziganda no saben del fútbol de Mikel Vesga.
Si lo quieren ver en persona, busquenlo allí, en el llamado 'Comedero de pipas', una de la más bellas capillas del templo que es la Catedral.
El perro del hortelano hostigando un año más la sabana donde se hacen fuertes los leones. No te pido, Ernesto, que le des cetro de mando. Simplemente te exijo que no le hagas la cama. Que no trunques su carrera. Que no te lo comas, como hiciste con Morán. Saturno: deja a tu hijo volar...
Por Luis María Pérez, Kuitxi, periodista y exfutbolista del CF Portugalete