Es Noticia

'Las últimas camisetas', recordando a Andoni Iraola

Hoy escribe en El Desmarque Aitor Elizegi.
Aitor Elizegi

La final de Copa del sábado 30 de mayo de 2015 quedará grabada para siempre entre los grandes partidos de fútbol de la historia moderna.

 
No solo por el sorprendente resultado final, sino por el espectáculo ofrecido por los dos equipos sobre el césped. Triunfo de la forma, del molde, del camino por encima del fin. A sumar, la mano y bufanda tendida de ambas aficiones, que iluminaban las gradas de colores granas, blancos, rojos y blaus al vent, en un "cuento" a la libertad, al futuro y al ánimo del compañero, grada abrazada.
Futbol de cima y ovación, futbol de herencia, de los que se quedan en casa, de sentimientos atados, de fibras vacías en el pitido final.
Una imagen vale mas que mil jugadas de pizarra: la de Xabi Hernández vestido con la última zamarra rojiblanca de Andoni Iraola y el eterno lateral diestro con la última blaugrana del genial pelotero quedará cosida en las retinas húmedas de un campo entregado al guión de cantera, a flor de escudo, admiración y honores al rival, kilómetros recorridos a pulmón roto y músculos vestidos de largo, más de 1000 partidos en los gemelos de los dos brazaletes.  
El abrazo de los capitanes, senyera e ikurrina fundidas a la cintura y al antebrazo tras tanta batalla, largo, sincero, fuerte, significa admiración , respeto, tal vez pena, al cerrar carreras sin haber compartido taquilla, banco y lesión.  Difícil imaginar tamaño final para una historia en paralelo. Ambos, más de 500 partidos de fidelidad, profesión por dentro y fuera, capitanes del tiempo, deporte km0 y balompié de madre tierra.
Andoni lo dejo claro al oído del capitán culé: - será un honor haber jugado de rojiblanco contra el mas grande blaugrana conocido, mucho futbol amigo, mucho futbol...
Respondió el portador del ADN blaugrana: - perdí la cuenta capitán, siento no haber compartido vestuario y pase al pie contigo Andoni,  y por encima de todo, lamento dejar el futbol Europeo sin vestir tu camiseta sobre la Catedral.
Cerró la noche Andoni, trascendente (los dos sabían que esos banquillos del futuro les esperan para recibir su experiencia y pasión, quien sabe, si a banda cambiada): - tranquilo Xabi, la Catedral valora tu trabajo y tu figura, siempre serás uno de casa.  
Resuelto el abrazo, estaba, y quedó en la mirada escrito, el futbol volverá a cruzar estas vidas. Este deporte centenario, de equipo, básico, primario, de esfuerzo colectivo, de cueva contra cueva, hace eternas las historias de cuantos hacen eterna su leyenda. Hace eterna la historia de "Las últimas camisetas".
Por Aitor Elizegi, Cocinero y empresario

Escribir comentario 0 comentarios
Deja una respuesta
Su comentario se ha enviado correctamente.
Su comentario no se ha podido enviar. Por favor, revise los campos.

Cancelar