2016, el año que vimos nacer a un león, Yeray.

Es momento de balances, de valoraciones de un año que termina, al que se debe calificar de deportivamente notable, pero que queda absolutamente mediatizado por la noticia que conocimos hace pocos días. Uno de nuestros leones más jóvenes, quien nos había impactado con un debut espectacular, con el 27 pegado a la espalda, sufre de un cáncer en un testículo. Esa noticia que nunca quisimos oír, nos dejó helados, sin apenas reacción durante unos minutos. Paralizados. Yeray Alvarez, no puede ser.

Pero rápidamente vinieron a mi mente algunos nombres que deportistas que habían superado esa enfermedad: Penev, Molina, el ciclista Irizar, un chaval del Bilbao Athletic, Borja Basagoiti,… todos ellos con fortuna. Luego fueron saliendo otros nombres y datos acerca de esa enfermedad que suena tan mal pero con grandes porcentajes de curación.
Entonces vimos la cara real de la afición del Athletic. Uno de los nuestros. Somos kuadrilla. La gran familia, para lo bueno y para lo malo. Y todos juntos nos vamos a volcar en apoyar a este chaval para que salga adelante. Sí o sí. No hay otra opción. Denok Batera. Zurekin gaude, Yeray.
Es destacable la reacción casi inmediata del fútbol profesional y del deporte en general, con apoyos masivos desde prácticamente todos los clubes. Jugadores y aficiones rivales, han hecho suyo el #EutsiYeray. Incluso un futbolista, cuyo club no se ha pronunciado, ha dedicado unas palabras cariñosas al central. San Mamés tiene memoria, para lo bueno y para lo malo, y seguro sabrá premiar esas palabras de nuestros rivales. Por lo menos, por mi parte, y animo a los demás socios a seguirme, Sergio Ramos, entre otros muchos, tendrá mi aplauso.
No quiero olvidarme de aquellas personas anónimas, cercanas,  que luchan en silencio contra esta enfermedad terrible, y quienes también merecen nuestro apoyo diario. Mucho ánimo y fuerza para luchar.
Pasando a un plano meramente deportivo, el balance del año es notable. Creo que el desempeño del equipo en la temporada pasada fue notable, con una clasificación europea brillante, y con un escenario veraniego muy distinto al habitual, siempre plagado de compromisos prematuros que condicionaban la pretemporada. Esta vez no ha sido así, por lo que la labor del míster ha estado enfocada, en mi opinión, a conseguir un estado de forma con menos dientes de sierra a lo largo del año, con la mirada puesta en el mes de mayo, donde se ha puesto el objetivo de conseguir un título.
Eso ha supuesto una entrada en liga un poco desfigurada, con dos caras muy opuestas. Muy firme en San Mamés, donde se ha convertido en un auténtico fortín, con los mejores números de los últimos 25 años, y una cara amarga fuera de casa, donde ha desparecido ese equipo atrevido y mandón, que disfrutaba con el dominio de los partidos, quedando a merced del rival en demasiadas ocasiones, encadenando partidos muy poco decorosos.  Hay tiempo para rectificar, pero urge ponerse con la tarea.
De este comienzo hay que destacar dos nombres de dos chavales que se habían hecho con la titularidad, Kepa y Yeray. Casos opuestos, habrá que ver cómo maneja el equipo las circunstancias de Yeray y quien puede suplir al central barakaldés durante su recuperación, tras unos partidos magníficos como soporte de la zaga. En el caso de Kepa, tras una situación bastante peculiar con tres porteros en plantilla, quedó confirmado como garante de la portería en liga, tras la salida de Iago al Leganés, un entuerto del que hemos salido bien, pero que era incomprensible la gestión del club al respecto.
Pero como aspecto negativo me quedo con una sensación que me recorre el cuerpo. Creo que a nivel interno, se está imponiendo en el club una "bunkerización". Conmigo o contra mí. El choque con la prensa, incluso con el sector más afín a esta junta directiva y al presidente Urrutia, sigue siendo una herida abierta.
Pero me sorprende mucho más la actitud de Ernesto Valverde, un tío cabal y muy sensato, nada dado a grandes estridencias, se descolgase con unas declaraciones tan sorprendentes como las del "partido cojonudo". Su labor está siendo inmensa al frente del equipo, y ojalá siguiera mucho más años, porque creo que reúne las características ideales para liderar este club. Pero ese talante me es desconocido, y más, frente a la realidad de unos partidos fuera de casa horribles, y ante una crítica periodística bastante respetuosa y objetiva, sin grandes titulares ni señalamiento de culpables.
Pero no, parece que la tesis de "conmigo o contra mí" se impone dentro de las entrañas del club, alentada por alguno o algunos que parecen olvidar orígenes, tanto personales como profesionales. No creo que sea la postura adecuada para dirigir un club, donde sumar por parte de todos es fundamental y la primera labor del líder debe ser esa, sumar y no enfrentar, ya que desde su posición de dominio tiene las bazas para así hacerlo. La generosidad, el buen talante, el espíritu de unión que siempre ha estado presente en el club debe volver a aparecer. Juntos somos mucho más fuertes, no lo olvidemos.
Nos quedan muchos objetivos que cumplir en este 2017 que entra, con la Europa League al frente, y una Copa, donde el sorteo nos vuelve a emparejar con el FC Barcelona por sexta vez en 9 años (el día de la marmota) con un horario adhoc para el rival y sus estrellas, en plena cabalgata de Reyes. Como siempre, nuestro amigo Tebas, cuidando el fútbol y a las aficiones. Menudo personaje preside el fútbol profesional en España, plegado a sus intereses y negocios personales.
Con esto, y un último recuerdo para Yeray, a quien envío toda mi fuerza, ánimo y cariño para superar este obstáculo en su brillante carrera, me despido de los lectores deseándoles lo mejor para este año 2017 que entra.
¡¡Feliz Navidad y próspero año nuevo a todos!!
Zorionak eta urte berri on danori!
Aupa Athletic!!!!! Orain eta beti!

Por Borja Conde, socio del Athletic Club y contertulio de TeleBilbao