Que el fútbol se ha vuelto loco es una evidencia. Las cifras que se mueven alrededor de este negocio son de auténtico escándalo y no solo me refiero a jugadores contrastados o de cierto nivel sino a todo lo que le rodea.
Cada vez vemos más jugadores casi desconocidos rodeados de agentes que en la mayoría de los casos -no todos funcionan igual- son vendedores de producto a cambio de una suculenta comisión sin apenas ningún control tributario. Y en estas está nuestro Athletic Club inmerso en esta vorágine que yo personalmente creo que es bastante peligrosa. A los grandes clubes les tiembla muy poco el pulso en hacer ofertas mareantes por nuestros jugadores, ya sean consagrados en el primer equipo como a futuros buenos jugadores con etiqueta de primer equipo. Como hacer frente a todo esto que no ha hecho más que empezar, en mi opinión, creo en cuanto a lo económico lo vamos a tener complicado, pero tenemos algo que muchos no tienen, la posibilidad de tenerles desde pequeños e intentar inculcarles los valores que nos hacen diferentes, únicos y la envidia de muchos. Y eso se consigue a través de la exigencia, por supuesto, pero a través del cariño y del respeto que a la larga es lo que el jugador que lo ha vivido lo valora.
Por Jesús Barrientos, entrenador de fútbol.
* NOTA DE REDACCIÓN: Por error se había puesto al pie de esta 'Firma Invitada' del 8 de octubre -así como en otras del 1 de marzo de 2017 y el 16 de diciembre de 2016- que el señor Jesús Barrientos era socio del Athletic Club, condición que hemos comprobado fehacientemente no posee y así lo hacemos constar. Rectificado queda.
Eso se puede solucionar, en parte con mucho mimo y cuidarlos,como si fueran nuestros hijos. Ayudando a sus padres en la educación y formación como personas, para un futuro, aunque sea fuera del fútbol. !aupa atlethic!.