El Athletic me aburre
Escribo estas líneas en caliente. El Athletic Club acaba de caer en Butarque tras otro partido insulso en el que el fútbol volvió a brillar por su ausencia y en el que el equipo de Ziganda volvió a dar muestras de viajar sin rumbo por una carretera cada vez más pedregosa. Así que, háganme el favor de ponerse en mi contexto cuando lean esto y entiendan que de ánimo y de paciencia ando justito.
Tras el aberrante partido en Östersund, quien más o quien menos esperaba una reacción del equipo ante el Lega. Craso error. Los rojiblancos volvieron a dar muestras de que están a años luz de su mejor nivel y nos regalaron otro partido más para el olvido. Sólo tuvimos que esperar los primeros compases del choque para ver que la tónica general del fútbol de los leones iba a ser la misma que en jornadas anteriores, con el espejismo de la segunda mitad ante el Sevilla.
Un equipo que no carbura, que va con el freno de mano puesto, apático, que no lleva la iniciativa ni crea juego porque el centro del campo es inexistente. Parece haber un muro abismal entre los hombres de ataque y de defensa. Por momentos, y más preocupante, parece como que la película no va con ellos. Con sólo una victoria que llevarnos a la boca de los últimos nueve partidos entre Liga y UEL y con cuatro puntos de los 18 posibles puestos en liza en el campeonato liguero, permítanme que diga, que no jugamos a nada.
Me duele en el alma tener que decir que el equipo me aburre. Me aburre mucho. No sé lo que es jugar bien o jugar mal a fútbol. Según al experto al que preguntes te dirá que jugar bien a este bendito deporte es mimar el balón, ser protagonista (expresión que le encantaba repetir a Ander Herrera), tener la capacidad de estar en el campo rival antes que en el propio… Otros, por el contrario, te dirán que jugar bien es que al final del partido en el marcador tu equipo sume una unidad más que tu rival, que el resultado es el que manda y el cómo se llegue a él, no va a depender tanto de si tienes más o menos el esférico mientras que la ocasión que tengas, no la marres. Por tanto, y como no soy ni entrenador ni futbolista, diré que me aburro viendo a mi Athletic. Lo comento, porque si digo que el equipo no juega ni a tabas, alguno que si sabe de ésto puede decir que no tengo ni idea de fútbol porque no he sido profesional ni tengo el carnet de entrenador. Los mismos que tampoco son periodistas pero que si pueden jugar a serlo intentando escribir artículos o procurando comunicar su sapiencia futbolística en radios y televisiones.
No sé lo que rondará por la cabeza del míster en estos momentos, pero estoy seguro que es el primero en querer corregir el rumbo. Para ello, va a tener que dar más de un porrazo sobre la mesa. Es obvio que lo expuesto no funciona y soy muy consciente de las limitaciones que tenemos. Sin embargo, si cuando algo funciona siempre se dice que no hay que cambiarlo bueno sería que “Cuco” hiciese el ejercicio inverso. No sea que se le haga demasiado tarde y el cambio lo protagonice él.
Por Iker Fernández, periodista de Radio Nervión