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La tristeza se apodera del Athletic

Luis Mari Vivanco

La verdad es que es un poco triste que en el mes de febrero, la fiel y sufrida parroquia rojiblanca esté prácticamente tirando la toalla y dando por perdida la temporada. Estamos a 10 puntos del descenso y vivos en Europa y, pese a todo, la ilusión ha volado de la mente de muchos athleticzales tras ver muy poco fútbol a lo largo de casi cuarenta partidos oficiales y sin esperanza de que esto mejore porque cada choque es más de lo mismo.

Hemos llegado a un punto que cualquier excusa es buena para no acudir a La Catedral: mal tiempo, horarios tardíos, espectacúlo esperado, etc..., algo impensable en Bizkaia hace no mucho tiempo cuando ir a ver a nuestro equipo era una obligación fuesen las circunstancias que fuesen.  Muy pocas cosas positivas y demasiadas negativas después de unos años de vino y rosas en los cuales nos parecía un horror quedar séptimos y haciendo buenos partidos frente a los grandes y ganando con cierta solvencia a los de abajo. El juego del Athletic Club no enamora a nadie y esto hace que ahora mismo estemos más enfrascados en debates sobre la continuidad o cese de Ziganda o de las fechas de las próximas elecciones, que en ir a animar frente al Málaga para sumar puntos.  Me parece tristísimo creer que el choque del Wanda Metropolitano iba a durar hasta que los colchoneros marcasen el 1-0 sólo con ver quince minutos de partido, y lo peor es que coincidió lo ocurrido en el césped con lo que pensábamos muchos.
  Intentamos buscar algún detalle que nos haga pensar en positivo y buscando en el fondo del saco nos podriamos quedar con la ilusión de la UEFA, la buena adaptación de Iñigo Martínez, la vuelta de Yeray por la puerta grande, la renovación de Kepa, pero sobre todo, el colchón de diez puntos que tenemos sobre el descenso y ver que los cuatro de abajo no ganan a nadie. Es triste que una ventaja sea lo que más me llena a nivel particular, pero creo que muchos socios y aficionados coinciden con mi punto de apoyo para ser "optimista"... otra cosa será si seguimos jugando tan mal y los de abajo empiezan a sumar puntos, como suelen hacer en la recta final de la temporada...
Me dan escalofrios sólo de pensarlo, pero en mi interior sigo confiando en este equipo porque no será el mejor del mundo pero, para lo bueno y sobre todo para lo malo, es el mío.   Sólo pido no pasar apuros en liga y, si es posible, llegar lejos en Europa porque suena la flauta o porque mejora nuestro fútbol aunque lo veo complicado después de tantos partidos con un juego tan justito para andar en la élite europea.  Los protagonistas que salen al césped, dirigidos por Ziganda, son los que pueden dar la vuelta a todo esto y que la afición salga del pesimismo en la que está inmersa y volver a ver la luz aunque no sea deslumbrante.  Estamos a tiempo de salvar la temporada aunque eso ya no depende de nosotros pero como decía aquel, la esperanza es lo último que se pierde y más si es nuestro Athletic el que está de por medio.
Por Luis Mari Vivanco, 'Perillas', periodista de Tele Bilbao 

@perillas44

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