Pues Fernando Llorente se entrena, viaja y se sienta en el banquillo del Tottenham mientras Harry Kane se hincha a meter goles. A él no le queda más remedio que imaginárselos. Y desde hace una semanas se imagina goles y celebraciones con la camiseta del Athletic Club, pero su teléfono y el de su representante (su hermano) no reciben la llamada que esperan.
Llorente ya se manifestó hace unas semanas sobre un posible regreso a Bilbao y lo dejó muy claro. Quiere venir y cerrar una herida que sigue abierta desde que abandonó el Athletic tras unas negociaciones torticeras y mal llevadas. Entonces Llorente eligió la Juventus como antes había elegido al Athletic, porque aquel chaval espigado de Rincón del Soto se vino a Lezama (gran acierto de José María Amorrortu) cuando pudo irse al Barça, por ejemplo.
Su proyección futbolística le alcanzó para ser campeón de Europa y del Mundo (aunque jugara poco, él estaba allí) y en el avión de la “roja” supo de las condiciones en las que trabajaban y vivían sus compañeros de pasaje. Llorente quería jugar en la Premier pero aceptó la oferta del Juventus y desechó la del Atheltic que llegó a calificar de irrechazable.
Las negociaciones con el Athletic comenzaron con Fernando García Macua empeñado a toda costa en una foto que le permitiera ganar las elecciones frente a Josu Urrutia. La foto se publicó pero a la foto le faltó la rúbrica del delantero por cuya cabeza ya rondaban aventuras futbolísticas de primer nivel. Y fue entonces cuando apareció el Juventus y apareció también Josu Urrutia, un presidente peculiar y muy firme en sus convicciones. El asunto ya saben cómo acabó.
El caso es que Llorente ahora quiere volver y en estos momentos su hoja de servicios no entusiasma porque no juega y por lo tanto no mete goles. Él solo se los imagina. Y no es el único, seguramente. Nadie dudaría de que Llorente sería un gran refuerzo si su salida no se hubiera empozoñado como se empozoñó. Él se imagina el mejor escenario, el del gol, sinónimo de reconciliación. Un bien muy necesario para el Athletic, un equipo que tiene un déficit brutal desde que Aduriz renquea.
El debate se veía venir y su posible regreso tiene dividida a la afición y dubitativa a los nuevos directivos. Aitor Elizegi durante la campaña electoral dijo muchas veces que había hablado con muchos futbolistas pero con Llorente todavía no lo ha hecho. Si es cierto que le sondearon y el futbolista ya manifestó públicamente que estaba dispuesto a venir. Desde entonces ni llamadas ni mensajes. Llorente espera sentado en el banquillo del Tottenham.
Por Agustín Benito, periodista de ETB
Aquel que no quiso jugar en el athletic, club que lo formó, y donde era el auténtico rey león, pasando por seis equipos al menos, casi calentando banquillos, que se quede donde está. está muy bien. dejemonos de cismas, que ya sabemos lo que ocurre con ellos, -sarabia-clemente-, etc.
sin duda, es lo que necesitamos, lo primero es nuestro Athletic, se ha formado con nosotros. Otros muchos se han ido y ahors nos puede ayudar