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Athletic Club: Some kind of monster

Gaizka Garitano marca el camino a su plantilla en Lezama (Foto: Athletic Club).
Iñigo Gª Ureta

En 2001, el bajista del mayor grupo de Heavy Metal, Metallica, se largó. Estaba harto de la pobre comunicación y los métodos de «ordeno y mando» que tanto el cantante como el batería esgrimían con los otros músicos. Aquello los dejó descolocados. Tanto que contrataron a un tipo llamado Phil Towle que había trabajado con equipos de beisbol para tener sesiones grupales.

Así, tan importante como meterse al estudio a componer y grabar nuevos temas era sentarse a hablar. Discutir. Gritarse. Lo que fuera necesario para volver a ser una banda de rock y no una empresa donde los distintos intereses la conducen como si de un coche con las ruedas mal alienadas se tratase.

El resultado puede verse en una película que describe con pelos y señales cómo vuelve a hablar entre sí gente que lleva décadas junta pero no se soporta. (Spoiler: se monta un pifostio de mil pares de narices, el cantante desaparece medio año para ir a rehabilitación y luego graban el que se considera su peor disco).

Iñaki Williams pide explicaciones en el Athletic-Cádiz de San Mamés (Foto: LaLiga).

Vamos por la cuarta jornada de las 38 que conforman LaLiga Santander y el entrenador de un equipo que jamás ha bajado a segunda cuestionaba ayer la misma permanencia del equipo. El Athletic Club.

Al oírlo, muchos pensamos que si un equipo tira la toalla ANTES de competir tal vez será mejor que se dedique a otra cosa. Lo hicimos con pena, porque lo cierto es que jamás le hemos pedido que gane: sólo que lo intente con todas sus fuerzas.

En silencio, sospechamos que puede razones ocultas para difundir de forma pública un comentario de ese calado. Nos consta que llevamos varios años sintiendo una progresiva pérdida de nivel. Sabemos que el equipo, hasta Álex Berenguer, llevaba años sin fichar y que no hay público en la grada.

Por último, sabemos que ese mismo entrenador no es de los que esconden la cabeza en el ala. Muchos nos dijimos que su mensaje no iba destinado al público, sino, tal vez, quizás, quién sabe, a la directiva.

Gaizka Garitano marca el camino a su plantilla en Lezama (Foto: Athletic Club).

Dicho esto, parece claro que el hecho de que un entrenador necesite comunicar algo a su club difundiéndolo en los medios nos asemeja a esos famosos de Telecinco que se enteran que su pareja ha roto con ellos por la tele. Este procedimiento no es que sea nuevo, pero eso no significa que sea válido.

Como ya adelanto que no estoy hablando del Elche CF puedo avanzar que en la jornada cuatro el entrenador del Elche no ha cuestionado la permanencia de su equipo en Primera, tal vez porque no quiere que nada le impida plantar batalla.

Voy al grano: subestimar el papel de la pésima comunicación interna en la crisis del Club o creer que es algo paralelo a la debilidad de la plantilla es un error

Es precisamente esa malísima comunicación la que hace que no fichemos. Ni avancemos. Quienes deben tomar decisiones no se sienten obligados a acercar posturas y a llegar a acuerdos y así que luego todo va manga por hombro.

No creo ser el único que opina que para colmo tenemos a un director deportivo que viene de trabajar para alguien a quien no se cuestiona, de quien se debe interpretar cada silencio y con quien el único modo de sobrevivir es hacer que la mierda corra hacia abajo. (Spoiler: hablo de Florentino Pérez).

Aitor Elizegi, Gaizka Garitano y Rafa Alkorta posan en el césped de San Mamés (Foto: Athletic Club).

Visto lo visto, con uno diciendo que vamos a quedar sextos y otro que con suerte salvaremos la permanencia, sin mirarse a la cara y luciendo los trapos sucios a vista de todos, parecería que esos modos se nos hubieran colado en casa. Hemos acabado remedando unos modos que no tienen excusa.

Si Metallica ha sobrevivido a deserciones, adicciones, egos e incluso una película donde se retrataban tal como son, un equipo de fútbol centenario puede levantar cabeza. Contraten a alguien. Hablen. Discutan. Griten.

Recuerden que si no son capaces de acercar posturas nadie los verá como una familia, sino como una empresa donde los distintos intereses la conducen como si de un coche con las ruedas mal alienadas se tratase. Y háganlo ya.

Recuerden: no les pedimos que lo consigan. Sólo que lo intenten.

Por Íñigo García Ureta, editor, traductor y escritor bilbaíno afincado en Madrid

@ContentedKind

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  1. Ignacio

    Cualquier ciego ve más que esté entrenador y cualquier mudo habla más que este presidente y director deportivo. Renovación total, todos a la p..a calle.

  2. Iñakia

    Cualquier ciego ve más que esté entrenador y cualquier mudo habla más que este presidente y director deportivo. Renovación total, todos a la p..a calle.

  3. Iñakiaz

    Cualquier ciego ve más que esté entrenador y cualquier mudo habla más que este presidente y director deportivo. Renovación total, todos a la p..a calle.

  4. Eki

    Sin tanta tontería garitano vete ya alkorta no pintas nada elizegi donde estas?