"Yo soy entrenador. Las decisiones de quién se queda y quién sale son de la dirección deportiva". Éstas fueron palabras de José Rojo, Pacheta en su presentación como nuevo entrenador del Real Valladolid. Hace unos días, en la previa al debut liguero en Las Palmas, el burgalés fue rotundo: "Me pagan por tomar decisiones". La experiencia del nuevo preparador pucelano le hace tener muy clara su parcela de trabajo. Él no se mueve de ella y sabe qué debe hacer en ella.
El cuerpo técnico opina sobre qué quiere y a quién quiere, pero no toma las decisiones sobre las entradas y las salidas. Esa no es su exigencia. Las suyas están sobre el once titular y, en el debut, ya tomó varias decisiones importantes. La apuesta por Roberto Jiménez dijo mucho y no fue la única. Pacheta mandó mensajes claros. En la portería y en otras posiciones.
La suplencia de Nacho Martínez, primer capitán, la apuesta por Roque Mesa en el centro del campo por delante de Fede San Emeterio, los minutos de Álvaro Aguado por delante de Rubén Alcaraz o la titularidad de Luis Pérez en lugar de Saidy Janko son mensajes claros y rotundos de qué quiere el cuerpo técnico dentro de la plantilla que le ofrece el Real Valladolid.
Pacheta no decide quién va a estar en la plantilla, pero sí que manda mensajes claros y propios sobre qué peso va a tener cada uno. "Todos los jugadores saben qué rol van a tener", aseguró el pasado viernes y lo cumplió en su primer partido en lo que es un claro mensaje al vestuario y a la institución.
Pacheta ha sido director deportivo y, ahora, es entrenador. Sabe cuál es su responsabilidad y su exigencia y, por ello, no se va a esconder. Va a señalar y va a decidir a quién quiere para su proyecto y desde qué rol busca que cada jugador dé el máximo en sus posibilidades y cualidades.
En definitiva, Pacheta actúa como un entrenador de Club y para el Club desde esas decisiones que ya ha mostrado desde el primer día en la parcela que le corresponde: la suya.
Don José Rojo fue cocinero antes que fraile,por tanto conoce bien el terreno que pisa,los jugadores lo saben y no deben relajarse en ningún momento y ahí estará el éxito,no hay recetas milagrosas solo trabajo,trabajo y trabajo,es cierto que cada uno tiene su librillo y el de Pacheta parece claro,el jugador debe de triunfar por si mismo,el entrenador no tirará piedras contra su tejado,la postura es clara que se ganen el aplauso del aficionado aunque pierdan,eso lo dijo el mister en su presentación y eso va a misa.S.PUCELA.