Mal adversario ha elegido Achille Emaná si quiere salir del Betis por la tremenda. Otra cosa no, pero si algo hay que reconocerle a Lopera es que no le tiembla el pulso cuando se trata de responder a ciertos deseos poco decorosos de los futbolistas. Emaná ha optado por empezar a largar acerca de sus vacaciones y por comenzar a filtrar que no está muy ilusionado con la idea de jugar en Segunda. Incluso se queja del alto precio (unos 15 millones) que exige el club a cualquier equipo que requiera sus servicios, porque anda más preocupado de su propia persona que del Betis. Es aquí donde entra la figura de un Lopera que ya fue capaz de mandar incluso a Joaquín hasta Albacete de paseo y que no es la primera vez que amenaza al más pintado con mandarlo a Rusia a jugar una temporadita. Artes estas que en la mayoría de ocasiones no resultan muy ortodoxas, pero que, cuando se trata de defender los interese de la entidad, pueden resultar muy efectivas. Además, hay otro problema: Emaná no es el único. ¿Qué pasaría si el Betis permitiera al camerunés hacer lo que le viniera en gana y salir al precio que se le antojara? Pues que detrás vendrían los demás con el mismo cuento. Otra cosa será ver el nivel de implicación que todos estos jugadores estrella van a ser capaces de mostrar estando a disgusto en el equipo. Pero bueno, ellos mandaron al Betis a Segunda, así que ahora que apechuguen con las consecuencias.