Una de las fascinantes singularidades que más me ha encandilado siempre de mi mestiza esposa es que, a menudo, en cada conversación, altera el orden de las preguntas y las repuestas de una forma tan encantadora que, el palique, al final se convierte en un enigma resuelto en un río de sonoras carcajadas. Una tarde en La Habana, antes de salir del hotel, nos vestíamos para ir a cenar y ocurrió lo siguiente:
Y entonces decidí enviarle un SMS a Javi: -“Tranquiliza al grupo. Ha habido varios relámpagos. Hay una posibilidad de que lo hagamos. La Habana es una locura, brother, pero Luisa es más bella que La Habana. LA GUAYABERA”. Después pensé: “Hostias, con la que he liado, al final le van a dar por culo a Martínez Ares. ¿Cobarde yo? Já. Cobarde él”.
Así están las cosas. No tenemos ni repertorio ni nada. Pero eso es lo menos importante. Ni que esto fuera un concurso de repertorios. Lo verdaderamente importante es que tenemos un nombre bonito, y con las ganas que tiene el grupo, creo que somos capaces de hacer una comparsa al mismo nivel de las que van a preselección para salir en Onda Cádiz. Se trata de salir en Onda Cádiz. El resto ya se verá cómo se hace. Que ganamos, bien. ¿Que no? Po que le den por culo al jurado, que es el que siempre tiene la culpa cuando no ganamos. Además. Yo me confieso y declaro castrista puro, al estilo de Carlos Puebla. De pibe era más del Ché. Pero luego me di cuenta que el héroe de la revolución no fue el Ché, sino Fidel, que fue quien la mantuvo y quien ha conseguido que dure ya más de 56 años, desde aquel primero de enero del 59. A ver si su hermanito ahora no se la vuelve a vender a los yanquis y me jode la comparsa (con el trabajito que me ha costado decidirme).
Ya, bromas aparte –bromas que no son tanto-, confieso que el sueño de mi vida siempre fue ir a La Habana Vieja. Estar allí. Sentirla. Nunca tuve a la compañera ideal para ese viaje, hasta que encontré a Luisa. Realmente me casé con Luisa para ir de luna de miel a La Habana. Lo que pasa es que estando allí me enamoré de ella. De Luisa, quiero decir. De La Habana ya lo estaba. Pero La Habana es Luisa convertida en mujer. O viceversa. Eso ya no lo tengo claro. Cuando veo las fotos de Luisa en La Habana, no sé cuál es la ciudad y cuál la mujer. En todo caso, como no me dejaban traerme a La Habana, me traje a Luisa. Y para que ninguna de las dos se pusiera celosa, he decidido brindarle el repertorio de la comparsa a las dos, la mitad para cada una.
JUAN CARLOS ARAGÓN
Plas plas plas...que bonito iooo . Pero dónde queda el primer árticulo en el que decías lo de que no podías dar el si quiero a dos amores, que querías mostrar a tu mujer al JC del chandal y no al artista, que si el niño,que si el padel...Lo has hecho todo porque no se hablaba de ti solo de Ares. Y has querido llamar la atención. Como un bebesito. Que FALSO EREEE JUAN PICHA. Menos mal que los que te conocemos ya no te hacemos caso y lo único que nos das es pena y si me apuras incluso vergüenza ajena
Como siempre genial el cabeza
Hay hueco pal Piojo? está libre. Echa al de güerva que te quiere quita protagonismo Juaan
Estas tan cagao con Martínez Ares que vas a sacar LA REVOLUCION 4.0. Que guapo va a estar Javi vestio de cubano piiicha.