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Tempus Fugit (el tiempo vuela)

Es indudable que las cosas han cambiado en el Valencia CF.
David Torres

Uno se da cuenta que se hace mayor cuando pasa del Cola-Cao al café; o cuando tu hijo te confiesa ruborizado con seis años le cuenta que le ha dicho por primera vez a una chica que le quiere; o cuando juegas un partido de futbito con los amigos (por supuesto a escondidas de tu esposa) y, si no te lesionas que es lo más probable, te pasas una semana contrahecho y dolorido.

La sensación que tengo esta semana con el Valencia es muy parecida. Es esa extraña impresión de haberme hecho mayor, muy mayor, y de repente. Miro hacia atrás y me doy cuenta que todo ha pasado muy rápido…. Es como si hubiéramos terminado de perder la inocencia de un plumazo. La renovación de Nuno –para mí más precipitada en las formas que en el fondo- es la prueba constatable de que el Valencia y los que lo rodeamos nos hemos hecho mayores. Hemos dado un salto hacia adelante lo queramos o no.
Y el inexorable paso del tiempo tiene una cosa, que el poeta Virgilio, a quién se le atribuye la cita, ya descubrió hace 20 siglos, y es que nada, ni nadie puede pararlo. El tiempo huye, se escapa, vuela y pararnos a mirar atrás de nada sirve. Hay que afrontar el presente y tratar de luchar por un futuro que sea el mejor posible para el Valencia. ¿Qué ahora en el club manda Meriton, Mendes y Nuno Espírito Santo y que Kim Lim es la mejor portavoz de la familia propietaria de la entidad? Pues sí, es así. Qué le vamos a hacer. Nada puede cambiar eso. La alternativa, al menos para mí, era peor.
Sí, las cosas han cambiado en el Valencia. Muchos lo han descubierto con la renovación de Nuno; otros lo atisbaron cuando Bankia puso el club en venta; los más lo adivinaron cuando los jugadores de Meriton llegaron al Valencia el pasado verano o cuando el "club-peter lim-meriton" (todo es lo mismo) pagó 25 millones de euros por Enzo Pérez este invierno.
¿Es diferente a lo que estábamos acostumbrados? Sí. ¿Pero es eso malo? Sinceramente, no lo creo. Miro a mi alrededor, me miro a mí mismo y, sí, hacerse mayor tiene inconvenientes, pero también ventajas. Hacía años que no veía tan feliz a mi padre, ya jubilado, como con su nieto; o a la afición del Valencia ilusionada como hacía años que no la veía porque cree en el proyecto y ve que su equipo vuelve a competir por los fichajes de más relumbrón del planeta.
Y, claro, cuando uno es joven, disfruta de la vida de otra manera, más alocada. Pero cuando echas la vista atrás, con la sabiduría que sólo te dan la edad y las experiencias vividas, sabes que te equivocaste muchas veces; que otras estuviste en peligro (al Valencia, por ejemplo, no le faltó nada para caer en un concurso de acreedores y desaparecer); y sólo recuerdas con cariño los buenos momentos, pero también los hubo malos aunque los trates de olvidar.
La madurez está bien. Asumir la edad que uno tiene es el primer paso para poder disfrutarla. Ser consciente de que el Valencia ha entrado en otra fase y que el tiempo huye, el tiempo se escapa, el tiempo vuela… es el segundo paso para saborear el presente. En el Valencia, los nuevos dueños, harán cosas bien, otras mal y algunas regular, pero estoy seguro que ponen todo su interés para que el proyecto deportivo, económico y social funcione. En ello les va su capital.
Y en ese sentido, creo que la primera vuelta de Nuno, con un equipo joven, que apenas lleva formado unos meses es muy buena. 38 puntos, algunos con suerte, otros merecidísimos, son una buena alforja para este viaje. ¿Qué duele (jode) quedarse fuera de la Copa? Pue sí. Así que, aprendamos para el futuro. Eso, a fin de cuentas, es crecer ¿no? Feliz semana.
David Torres
Delegado de ElDesmarque Valencia 
 
 
 

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  1. Socorro

    Muy buena la columna, con esa mezcla de experiencia y cultura unida al mundo deportivo