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Engañadores en la Academia, las pancartas y el papelón de la UEFA

David Torres

Por mi hijo Víctor me he enganchado a Melendi casi como si fuera un gruppie. Me cae bien el tipo, me gusta como canta y me parece que dejó atrás hace tiempo la imagen de fumeta irresponsable con la que irrumpió en el mundo de la música. Me gusta lo que canta más que como lo canta y hay frases de sus canciones que, cada vez que las escucho, me parecen más verdades absolutas. Son reflexiones ácidas, de las que duelen, pero de las que en tu fuero interno. 

Alguna vez ya he citado al asturiano, pero es que me gusta. No puedo evitarlo. Así, caminando hacia ElDesmarque, pensando en esta columna, después de ver el atraco en la Youth League o las pancartas miserables y cobardes de Viena, me vino a la cabeza la canción "De repente desperté". "Hoy he soñado que todo es mentira..."  Cualquiera de los dos asuntos daban para opinar, para asegurar que en este mundo profesionalizado todo es un poco mentira. Y si no, contéstenme:
¿Por qué al Chelsea le dejan jugar sin porterías reglamentarias en la Champions juvenil?
¿Por qué si al árbitro de los chavales le dicen que es gol no lo da por válido? ¿Por qué no consulta con el delegado de la UEFA que tenía que estar allí?
O peor, contéstenme a ésto:
¿Por qué en Mestalla no se puede pasar ni una pancarta y en Viena sí se pueden pasar algunas que miden 40 metros e insultan a toda una ciudad?
Es más. ¿Por qué un club como el Rapid -imagino que atemorizado por sus ultras- deja que esa pancarta gigantesca se despliegue, se coloque y se luzca ufana durante 15 minutos?   
Y, por último, ¿No sólo se les cuela una pancarta, sino que además se les cuelan dos más una insultando a dos empleados del Valencia con nombres y apellidos y otra con un giro "chotos" tan propio de nuestra ciudad y los responsables del Rapid no se dan cuenta?
Me cuentan, -de momento me reservo los nombres de los implicados-, que hay algún canterano del Valencia, de su entorno, que habiendo jugado unos minutos en el filial o en el primer equipo se ha descolgado ya pidiendo renovaciones cercanas ¡¡¡Al millón de euros anuales!!! 
Venga va, a otro con ese rollo.
Eso un vienés no se lo ha inventado. Y a mi no me vale la excusa que es una venganza porque en Valencia no les dejaron entrar sus pancartas. Aquí qué pasa ¿que se premia al delincuente, al infractor? Si el Valencia cumple lo que dice la reglamentación de la FIFA en su artículo 29.1 apartado c, o lo que se exige a la hora de vender entradas para la Champions ¿por qué otros clubes no lo hacen? 
Sin embargo, el verdadero mal sabor de boca esta semana, además de lo ya escrito, me lo deja conocer de primera mano los 'tejemanejes' que hay en la Academia del Valencia. No me refiero al turbio asunto de los mails que obligaban a los niños a ir a un partido del primer equipo 'por obligación' y que obligó a intervenir a Layhoon; sino al entorno de esos niños que juegan a ser mayores antes de tiempo.
Y es que, me cuentan, -de momento me reservo los nombres de los implicados-, que hay algún canterano del Valencia, de su entorno, que habiendo jugado unos minutos en el filial o en el primer equipo se ha descolgado ya pidiendo renovaciones cercanas ¡¡¡Al millón de euros anuales!!! ¿Estamos locos o qué?
Entiendo que el Valencia tiene que apostar por sus figuras, pero cada cosa a su tiempo. Sé que habrá quien piense que para gastarse el dinero en jóvenes extranjeros que no le pegan una patada a un bote, mejor apostar por lo nuestro. Razón no les falta, pero me quedo con la idea de no desperdiciar dinero ni en uno de fuera, ni en uno de casa. Es más, me quedo con que educar y formar no es poner en manos de un chico de 18 años recién cumplidos un Mercedes o un Ferrari super molón y super potente para que otro super agente (sea amigo o no del dueño) se lo lleve y cobre la pertinente comisión multimillonaria.

Aritz Aduriz debería ser un ejemplo para muchos valencianistas. (Fotos: Alberto Iranzo)

Un equipo de vascos ¿Por qué Aduriz se fue del Valencia?

Y reconozco que da mucha envidia ver como viene a Mestalla un equipo plagado de canteranos como el Athletic y te desarbola en tu propio estadio. Pero no por el hecho de que sean nacidos aquí o allá, sino porque ves que tienen alma, que se dejan la piel por lo suyo y, claro, el que se esfuerza, te gana. ¿Saben por qué Aduriz no siguió en el Valencia? Sí, por dinero, pero sobre todo porque el jugador presionó lo indecible para irse al Athletic. Aduriz quería jugar en San Mamés por encima de cualquier otra cosa. Y claro, se nota, que está motivado y a sus treinta y muchos está hecho un chaval, bueno, un referente de chavales.  
Bien podrían aprender la lección que da Aduriz en cada partido algunos canteranos y algunos jugadores del primer equipo del Valencia. Tiempo tendrán de cobrar contratos multimillonarios y de pedir primas de fichajes para ellos y sus agentes. O si no, que miren como está estirando de la cuerda Feghouli ahora que puede. Cuerda que, por cierto, está a punto de romperse y con toda la razón. Ya es hora de que el Valencia se ponga en su sitio y evite que le estafen. A ver si entona el club la canción de Melendi y de repente se despierta.  Feliz semana.        
David Torres
Delegado de ElDesmarque Valencia 

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