¿Qué te pasa Layhoon?

El viernes decidí el tema de esta columna. Estaba tomando café cuando, por teléfono, un amigo, valencianista de pro y muy conocido en el mundillo del fútbol, me aseguró que había visto tensa a la presidenta en los últimos días. Era la tercera persona que, en el plazo de una semana, me contaba que había notado a Layhoon Chan, máxima mandataria del Valencia CF y representante de Peter Lim en nuestra querida tierra, nerviosa, irritada e incómoda. Tensa.

Al principio me preocupé, después me ocupé y, tras unos sorbos más de café y una reflexión pausada de los últimos acontecimientos, me di cuenta que su tensión sólo puede ser debida a que Layhoon ya sabe de qué va este mundillo del fútbol y se ha dado cuenta que las cosas no funcionan nada bien en el club que preside. Al menos, no funcionan como deberían.
A Layhoon la tengo por una persona muy inteligente y sagaz, que no sabía nada de fútbol cuando llegó, pero que ha ido aprendiendo y que -me cuentan- ya participa de todas las decisiones deportivas importantes de la entidad. Quizá por eso cada vez sean más frecuentes sus visitas a la Ciudad Deportiva de Paterna.
En el fondo, no me extraña el 'mal rollo' que dicen que tiene la presidenta. La singapuresa debe pensar que Suso García Pitarch le ha metido en un atolladero con las decisiones deportivas que ha tomado este verano. Cargarse a Ayestarán a las primeras de cambio no era más que reconocer implícitamente que se había equivocado dándole los mandos de la nave o que no se fiaba de él. Dejar a la plantilla sin mediocentro defensivo claro y sin nueve tampoco ayuda a calmar los ánimos del entonrno. Y, ante esta tesitura, desde luego la contratación de Cesare Prandelli se presenta como una última operación a corazón abierto para salvar un paciente que sólo logró estabilizar Voro. 

Suso también parece descolocado

El cambio de entrenador, la pésima planificación deportiva, la multa de Bruselas... ¿Qué le pasa a la presidenta?
Precisamente las respuestas que dio Suso García Pitarch en la presentación de Prandelli recomendando a un periodista que reflexione sobre su pregunta y a otro negándole la respuesta por ser "mal intencionada" su pregunta pues tampoco contribuyen a que la cabeza visible del proyecto esté más calmada. Desde luego es chirriante como un tío con la experiencia de Suso se deja sorprender por preguntas inteligentes y obvias. Desde luego el director deportivo parece descolocado después de un mercado de verano en que ha confeccionado una plantilla manifiestamente corta e incompleta.
Volviendo a la presidenta, y para que nada falte, a Layhoon (a Peter Lim) le queda menos de un mes para 'soltar la mosca' a Bruselas (24 kilos, nada más y nada menos), una multa que desbarató la planificación de la presente temporada y provocó un cierre de ejercicio ruinoso económicamente hablando.
Desde luego, este Valencia no le ha dado ni una alegría a la buena de la presidenta a quien, para rematar la semana, va y el Ayuntamiento se descara recordándole y marcando plazos los plazos al Valencia para construir el nuevo estadio y demoler Mestalla. Ahora entiendo que el nivel de estrés de Layhoon Chan esté por las nubes. Quizá lo único positivo que tenga esta circunstancia es que así se dará aún más cuenta -si no lo había hecho ya- que, como ella, miles y miles de valencianistas sufren cada día porque ven que su club no levanta cabeza y que lo que sucede dista un mundo de lo que Amadeo Salvo prometió en su día en nombre de Peter Lim.  

Así que, presidenta, como diría mi padre, un psiquiatra reputado aunque ahora jubilado, tómate algo para descansar (él daría un par de marcas de tranquilizantes) y a partir de mañana coge el toro por los cuernos que falta te hace y nos hace. Solucionar problemas te aportará calma y a nosotros felicidad. La apuesta por Cesare Prandelli es sólo el principio de las medidas que debe tomar el club. Al entrenador hay que darle herramientas y generar un entorno propicio para trabajar, sino estaremos como al principio. Feliz semana.
David Torres
Delegado ElDesmarque Valencia 
PD: Es un punto a su favor que trate de hablar en castellano poco a poco.