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El trasvase de poderes en el Valencia CF y el imbécil de Romario

David Torres

No soy muy amigo de las despedidas; me entristecen muchas veces y me incomodan siempre. Pero esta no la puedo pasar por alto. Se marcha Layhoon Chan, de hecho, probablemente cuando leas esta columna ya esté volando a Singapur, y deja la presidencia sin haber sido eso, presidenta. Mandó, reorganizó, y dejó una profunda huella en sus colaboradores más cercanos, que hablan maravillas de ella como profesional, pero fue incapaz de salir de su Ciudad Prohibida y de abrirse a la afición. Eso la mató, le restó impacto a sus decisiones y a sus aciertos, que también los tuvo. Se marcha triste, agotada y sin comprender aún porqué no se le han reconocido más méritos. Se va, tengo la sensación, sabiendo pocos resortes de los que manejan de verdad un club de fútbol y sin hablar español. Eso la remató.  

Muerta y enterrada, llega Anil Murthy; el menos singapurés de los empleados de Meriton; pues no es accionista de la empresa como Layhoon o Peter Lim, y ese cambio es un giro radical en el presente y el futuro del club. El presidente, ya ejerce como tal, es el menos asiático de todos los que han venido a Valencia y se nota.
No digo que entre aclamado por las masas pero, echando la vista atrás, desde luego no se puede obviar que estos brotes verdes que vive el club en la actualidad, estos aires de cambio empezaron a soplar con su aterrizaje a finales del año pasado. 

Un tipo listo 

Anil es listo, pero también es afable y cercano. Supo estar un par de meses en la sombra aprendiendo bien el idioma antes de saltar al estrellato. Recuerdo que fue en la presentación del anterior Maraton Trinidad Alfonso la primera vez que coincidí con él. Sus ojos saltones, su sonrisa casi perenne y su lenguaje no verbal me sorprendieron. Esperaba otra cosa. Da pasos lentos -es asiático- pero seguros. Poco a poco comenzó a conocernos a todos, a la prensa, a los aficionados, a las instituciones. Apenas algún resbalón en las peñas, pero poco más. Justo todo lo contrario que Layhoon. Cercano, latino, europeo y persona que le gusta estar en todos los 'fregaos'. Es un relaciones públicas nato y empieza con buen.

Anil I

El caso es que, desde que Anil es alguien en el Valencia las cosas han cambiado radicalmente. Llegó él y después su segundo, Mateo Alemany, el nuevo y flamante director general del club, quien, con su sentido común a la hora de renovar (Carlos Soler), fichar y reorganizar ya se ha metido a la afición en el bolsillo. Buen tándem.
Quedaba una tercera pieza de la ecuación por despejar y acertaron fichando a Marcelino, un entrenador que era la mejor opción de las que planteaba el mercado y cuya llegada ha re-ilusionado a la hinchada. Falta alguna arista más por resolver para que el reinado de Anil I comience de forma placentera: el aspecto social. En este sentido, dos son los caballos de batalla del nuevo Valencia y que requerirán mano izquierda sea cual sea la decisión adoptada: la Curva Nord y, sobre todo, la política de abonos después de una temporada desastrosa. Si eso lo consigue, a poco que los resultados acompañen, habrá completado el giro copernicano que precisaba este club.
No podría acabar la columna sin lamentar profundamente el calificativo de Romario hacia Luis Aragonés. Después de leerle, el único imbécil aquí es él. Feliz semana.     
David Torres
Delegado ElDesmarque Valencia

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