Tito, Paco, Anil y Peter, los nombres propios del 'finde'
A los periodistas deportivos y amantes del deporte en general fines de semana como el vivido nos apasionan al tiempo que nos desgastan. Desde el viernes que viví siguiendo a través de la tablet la victoria del Levante, hasta ahora, domingo por la noche, que me siento a escribir mi columna semanal de opinión tras asistir a Mestalla al empate del Valencia CF, han sido 72 horas intensas, deportivamente emocionantes y con nombres propios que marcan nuestro presente y el futuro.
Los dos primeros son granotas. Amigos del Levante tengo muchos. Ellos saben que me alegro tanto porque el equipo se mantenga en la élite que no necesito ir a decírselo. Al margen de esto, en términos futbolísticos me quedo con dos nombres propios: Paco López y Tito. El primero, el técnico, es un señor con todas las letras, un tipo de esos de fútbol que te trata igual cuando está arriba que cuando está abajo y al que, por fin, la vida le ha dado una alegría. Su trayectoria desde que cogió el timón de la primera plantilla es impecable y no veo ninguna razón para que no continúe al frente del primer equipo levantinista.
En el caso de Tito me pasa tres cuartos de lo mismo. El año pasado, en su primera temporada, el Levante fue el líder absoluto e indiscutible de Segunda. Un diez. Este, salvo el retraso a la hora de sustituir a Muñiz -esa semana extra casi nos da un infarto a la mitad de la ciudad- no veo datos objetivos para cuestionar su continuidad. El equipo no ha estado ni una sola semana en puestos de descenso. ¿Que algún fichaje no ha funcionado? Sí, como pasa en cualquier secretaría técnica, pero los resultados están ahí. Nada más que añadir señoría.
El rugby, el derbi, Mestalla y el Basket
Entre ese alegrón y el chafón de Mestalla, vivimos un señor derbi del fútbol femenino y una final de la Copa del Rey de Rugby que me impidió bajarme a ver el Ekiden, prueba que me apasiona. Casi lo mismo que me pasó por la tarde, cuando mi presencia en Mestalla no me dejó acudir a la Fase de Ascenso de la Liga Femenina. De la frustración vivida en el templo valencianista me quedo con dos nombres propios y una reflexión. El primero de ellos el de Anil Murthy. Antes de comenzar no sonreía, me decía que estaba nervioso por el partido. Le tranquilicé y me equivocaba. La victoria se escapó y la Champions debe esperar. El árbitro nos amargó la tarde. A nosotros y a Peter Lim, que parece gafado. Nuevo partido de su equipo y nuevo partido sin ganar. El tipo debe estar hasta las narices. Espero que eso no le nuble la vista y en la reunión prevista para este lunes siga con pulso firme confeccionando un gran Valencia para la Champions. Porque, me quedo con la siguiente reflexión: la gran temporada del Valencia (pero también del Levante) le ha permitido no tener que jugárselo todo a una carta y en la última semana. La Champions podrá esperar pero llegará. ¿Se imaginan el morbo de celebrarlo la semana que viene en Villarreal? Feliz semana.
David Torres
Delegado de ElDesmarque en Valencia