Dice la Real Academia de la Lengua Española en su segunda acepción sobre la definición de maniqueismo que es la "tendencia a reducir la realidad a una oposición radical entre lo bueno y lo malo". Uno siempre se consideró un hombre de convicciones firmes, en la vida, en el periodismo y también en el fútbol, en el Valencia CF y con todo su entorno, el bueno, el malo, el tóxico, el interesado, el altruista... Sin embargo, con el paso de los años y la experiencia cada vez me doy cuenta que estoy más cerca de la ecuanimidad, del centro y más distanciado de los extremos y de los extremistas. Es algo que uno no busca, sucede, te va guiando la vida y te hace, creo yo, ser más empático con el que tienes enfrente o al lado. Pero también te convierte en alguien que desconfía de los maniqueos, de los que quieren dictar el camino a los demás, de aquellos que te dicen qué es bueno y qué es malo.
Hay límites, por supuesto. Los ejemplos son sencillos. Hoy, estoy feliz por Diakhaby, porque se merecía un gol así tras una gravísima lesión. Estoy contento porque ganó el Valencia CF y se acerca a la salvación, pero eso no puede ocultar que a nadie nos gusta lo que Peter Lim está haciendo con el Valencia CF. Nadie lo defiende. N-A-D-I-E. Por mucho que leas en redes sociales, oigas por ahí y demás, nadie que quiera lo mejor para el Valencia CF está ya en su barco. Va desde el primero de los aficionados hasta Javier Tebas. Hasta ahí, todos estamos de acuerdo. Es como el derecho a la vida, la necesidad de comer, de respirar etc... No se discute.
El problema viene después. Partiendo de la base de que nadie queremos a Lim, tratar de hacernos creer que gritando más o menos, firmando aquí o allá se va a ir, sinceramente pienso que es tratar de hacernos trampas a nosotros mismos. El Valencia CF dejó de pertenecernos como valencianos cuando, aún estando la Fundación como propietaria, fuimos incapaces de comprarlo. Como periodista alenté aquella ampliación de capital que se quedó lejos de los 92 millones de euros que buscaba (pregunten a José García Roig). Han pasado 16 años y la solución sigue siendo la misma: dinero.
Alentar la protesta no sólo es lícito, es hasta sano, pero sabiendo los límites de la misma, sabiendo que sirve de poco hacia afuera, pero mucho hacia adentro
Alentar la protesta no sólo es lícito, es hasta sano, pero sabiendo los límites de la misma, sabiendo que sirve de poco o nada hacia afuera pero de mucho para adentro. Quiero decir: vaciar Mestalla, cabrearnos, cantar, pitar o blasfemar está bien y, como persona, te permite regularte el carácter, liberar tensiones y adrenalina, pero creer que con eso Peter Lim se va a marchar, o va a ceder su mayoría accionarial es una entelequia. Es más, a veces incluso puede ser contraproducente. El otro día vi a varios aficionados pidiendo explicaciones a Yarek o a Corberán. Está claro que ellos son los que juegan pero ¿sinceramente creemos que no quieren estar mejor en la tabla? Es como si me pidieran a mí cuentas cuando cometo una falta. Les juro que no será nunca adrede.
En esta tesitura, se me ocurre otro ejemplo. ¿Querer que se acabe el Nou Mestalla y que haya Mundial es compatible con desear que se vaya Lim? Pues por supuesto. Hay que estar ciego para no ver que un nuevo estadio incrementará la capacidad económica del club, hará más cómoda la vida a los aficionados que vayan y, por si fuera poco, convertirá al Valencia CF en un activo más interesante para el mercado. Puede ser la puerta para que vengan futuros compradores y deshacernos de Lim.
Acabar el nuevo estadio convertirá al Valencia CF en un activo más interesante para el mercado. Puede ser la puerta para que vengan futuros compradores y deshacernos de Lim.
Siempre fui persona de luchar batallas que podía ganar. Las otras, mejor no librarlas. Por eso me pregunto como aficionado ¿En mi mano que está hoy en día? Ayudar al equipo, darle mi apoyo, tratar de generar el ecosistema mejor para que rinda lo mejor posible. ¿Y como periodista? Contar lo que pasa, (no aleccionar), informar para que luego los lectores, oyentes o televidentes juzguen y saquen sus propias conclusiones y decidan qué hacer, en qué nos equivocamos y cómo no repetirlo o solucionarlo. Mi opinión sobre Lim, ya la sabes. La escribo cada domingo a las 20 horas y hoy no es una excepción y, desde ese punto en el que la información queda separada de la opinión (mezclar ambas es uno de los males del periodismo actual) te doy una opinión más que me aplico a mí mismo. Antes de hacer algo que te han aconsejado, piensa por ti mismo. Empezando por lo que acabo de escribir. Feliz semana
David Torres
ElDesmarque Valencia
Muy de acuerdo. Es compatible ambas realidades. Además de pensar que si no viene alguien con mucho dinero de verdad Lim no va a vender. Es su juguete, y ha decidido romperlo por mucho que nos duela. Pero si, es su juguete. Perdimos una oportunidad muy grande por culpa de los de aquí. De ahí las consecuencias de aquellas malas decisiones.
Muy de acuerdo. Es compatible ambas realidades. Además de pensar que si no viene alguien con mucho dinero de verdad Lim no va a vender. Es su juguete, y ha decidido romperlo por mucho que nos duela. Pero si, es su juguete. Perdimos una oportunidad muy grande por culpa de los de aquí. De ahí las consecuencias de aquellas malas decisiones.
Explicación clara de una realidad con deseos de cambio en todos lis aspectos.
Totalmente de acuerdo