Siempre me gustaron las palabras compuestas. Tejemaneje, manirroto, aguafiestas, trabalenguas o 'aspiravenenos'. Precisamente, ‘aspiravenenos’, es la última que he incorporado a mi vocabulario gracias al Marathon Des Sables y todo por el simple hecho de figurar en el listado de elementos que la organización de la carrera considera obligatorios para poder participar. Que para ellos sea una condición sine qua non no quiere decir que para mí fuera una palabra de uso común. De hecho, hasta que no la leí en el reglamento no la había escuchado en mi vida.
Es lo que tiene poseer un espíritu aventurero del tamaño de la glorieta de Olavide y apuntarte a un desafío como el del Marathon Des Sables, en pleno desierto del Sáhara. Para llegar en las mejores condiciones posibles no solo basta con entrenar lo físico sino que, además, hay que estudiar y aprender todo lo que a uno no le viene de serie. Y claro, se da el caso de que a alguien como yo, que no ha ido de camping ni en una partida de ‘Los Sims’, le han venido con el cuento del aspiravenenos…
Bueno, pasado un pequeño shock interior hoy ya sé que el aspiravenenos es una bomba de succión que, en caso de picaduras de alacranes, arañas o viborillas saharianas, es capaz de intervenir y extraer en un primer momento, inmediato a la picadura, el posible veneno que está por tomar el control de tu cuerpo.
Así leído suena menos dramático de como en realidad debe ser. Porque, llegado el momento, no termino de tener claro que si me ataca una víbora o whatever vaya a ser capaz de mantener la calma y proceder de manera adecuada con el aparato. Vaya, que me veo primero gritando, luego llorando, después intentando tranquilizarme y, finalmente, acordándome de aquella bomba de succión de color rojo que, cómo se llamaba, ah, sí, aspiravenenos, que está en algún lugar de la mochila y que se supone que en una situación así es la encargada de salvarme.
Todo puede ser, hay que verse en situación. De cualquier forma, si tú que estás leyendo esto eres de la estirpe de los urbanitas y nunca te has puesto cara a cara frente a un aspiravenenos te invito a que veas el vídeo y descubras sus encantos secretos. Como siempre decimos: que dios reparta fuerte…