Día de pesaje
Día de pesaje en el Marathon Des Sables. El día decisivo, vaya, porque ahí se decide como serán tus primeras etapas en el desierto. Sobre todo, la primera.
Además, el día del pesaje y del control técnico es un día de idas y vueltas, de dudas, de espérate y estate quieto. Aquí tienes que decidir qué llevar, qué descartar, calcular si llevas lo necesario para afrontar las etapas venideras y si el frío de las noches es para térmica y cortavientos o para algo más.
Al final he decidido y la decisión me ha llevado a 9,8 kilos sin el agua en los bidones. Bueno, teniendo en cuenta que he entrenado con 10 kgs, cualquiera diría que la cosa está bajo control, pero viendo el calor del desierto todo parece mucho.
Puestos a comparar, mi compañero de jaima, Albert Giné, que acompaña a Ragna Debats y tiene intención de hacer un gran Marathon Des Sables en esta edición, lleva una mochila de 6,7 kilos. Una pasada cimentada a base de austeridad y conocimiento personal y de la carrera.
Bueno, la suerte está echada. Mi mochila y yo ya estamos condenados a entendernos, amoldarnos y, en la medida de lo posible, respetarnos.