'Vuelve a casa vuelve por navidad' cantaba el recordado anuncio televisivo. Una realidad para Jon Pascua Ibarrola que pasa estas fechas junto a los suyos en Bermeo. El entrenador de porteros de los Mamelody Sundowns y blogger de ElDesmarque aparca durante unos días su amada Sudáfrica, aun sobrecogida por el fallecimiento de Nelson Mandela, para retornar al hogar familiar.
Hay mucho por analizar como no podía ser menos en una persona tan profunda y reflexiva, con una filosofía de vida alejada del puro competir, para la que el "fútbol profesional no es el fin, es el medio" para ser féliz. Alguien desprendido, que ni tiene agente y que en contra de la norma habitual no tiene reparo en divulgar sus personalísimos métodos sin cobrar por ello. "Mi conocimiento del mundo de la portería viene a través de mi reflexión constante, y esta reflexión constante se genera gracias a mi pasión", resume a grandes rasgos.
En la entrevista hablamos de Gorka Iraizoz, de Iago Herrerín, con quien "tuve una relación muy intensa y muchas peleas", o del temido run-run de La Catedral: "El público de San Mamés es un público bastante agresivo y crítico con el portero", opina.
Y, por supuesto, él a quien los sudafricanos consideran 'un blanco con el corazón de un negro', también nos habla de Madiba. "Mandela es el símbolo del perdón, pero del perdón con el ejemplo", añade antes de meternos en materia.
- Llega otra navidad, ¿cómo vives cada regreso a casa desde que vives en Johanesburgo?
Pues te lo puedes imaginar, son prácticamente 6 meses del tirón en una cultura y en un entorno que te desgasta enormemente, más si cabe cuando acumulas 3 años y medio viviendo sólo. Además de todo lo que conlleva estar con tu familia, volver a casa se convierte en una necesidad vital, sobre todo a nivel psicológico. Cuando pasas la barrera de los 4 meses, es complicado. La paciencia con la forma que tienen de funcionar y hacer las cosas se te termina agotando, y necesitas salir del país para vaciarte de todo lo que vas acumulando y llenarte de energía para volver de nuevo “a la carga”
La verdad es que sí, aunque como tengo contrato hasta el 30 de junio de 2015 lo veo complicado. Creo que los ciclos se acaban, por unas razones o por otras, y que no hay que forzar las situaciones. El mayor problema que tengo aquí es que no gozo de un equilibrio en mi vida, y hablo de lo personal. Es un país muy segregado, tanto a nivel de razas como de escala social. En estos 3 años y medio he pasado momentos a nivel personal duros, muy duros, y en estos momentos siento la necesidad de vivir a la “europea”. Son una gran cantidad de aspectos que no puedo detallar aquí, pero que hacen que la vida sea a menudo dura y complicada, sobre todo en el entorno en el que me estoy moviendo y por el tipo de vida que llevo, muy centrada en el fútbol. No obstante ni tengo agente ni contactos para moverme. Estoy un poco fuera del mercado en este aspecto.
- Aún así es una experiencia fascinante en lo profesional y en lo humano...
No tengo ninguna duda. Pero además de todo eso ha sido un gran punto de inflexión para construir en mi persona y en mi forma de ver la vida. Tengo anécdotas y reflexiones como para escribir 100 libros y un bagaje emocional, de experiencias y de aventura que muy pocas personas van a tener la oportunidad de vivir a lo largo de su vida. Además de Sudáfrica, he conocido países como Ghana, Suazilandia, Zimbabwe y Zambia. Ahora, mientras estoy escribiendo, se me ponen los pelos de punta tan sólo recordando mis vivencias en esos países. Estoy tremendamente agradecido a la vida por haberme dado la oportunidad de sentir y vivir todo estos.
- Tras mil avatares ¿qué es lo más curioso que te ha pasado en los últimos tiempos?
Curiosas son muchas cosas, su riqueza a nivel espiritual y emocional, su forma de atajar los conflictos, el gran clasismo y el abuso del poder de la gente que ocupa posiciones privilegiadas, su capacidad para perdonar después del Apartheid, la gran importancia que le dan al saludo, la felicidad que transmiten a pesar de vivir con poco, su desorganización, la corrupción y el soborno, su discrección, lo poco que critican la vida de los demás, viven sin tener envidia, su conducción sin “normas” y por el contrario lo bien que saben circular sin el funcionamiento de los semáforos, los cánticos y bailes en el vestuario, el gran respecto con el que los jugadores tratan a los técnicos, la gran cantidad de niños que traen al mundo sin tener ni tan si quiera una pareja estable, la poligamia, el papel de la mujer en la sociedad (muy lejos del del hombre), la cultura machista (de la que en muchos casos la mujer quiere beneficiarse), el poco conocimiento de los medios de comunicación a nivel futbolístico, lo complicadas que pueden ser las cosas más sencillas, la poca seriedad que tienen con el tiempo, su impuntualidad, su actitud de “el que las da, las toma” y “aquí no ha pasado nada” (pues no se toman las cosas de forma personal)... Y podría seguir escribiendo durante horas. Pero sobre todo, me quedo con la alegría y la felicidad que transmiten.
Johan Neeskens era un gran tipo, una persona excepcional, un señor de los pies a la cabeza con el que tuve una gran conexión tanto en lo laboral como en lo personal. Le ayudé en todo lo que pude, sobre todo a nivel cultural y de adaptación al club, intentando transmitirle cual es la mentalidad y la forma de hacer las cosas de toda esta gente. Finalmente tras un año y medio, después de atravesar una situación deportiva muy complicada, llegó a un acuerdo con el club y volvió a Europa. Me dio mucha pena su marcha, son las únicas lágrimas que he derramado en este país. Recuerdo que en su despedida pública, delante de todos los empleados y altos cargos del club, se despidió de mi diciendo: “Jon, quiero darte las gracias. Quiero que sepas que me gustas como persona y como entrenador, tienes un gran conocimiento y una gran implicación, eres un gran entrenador. En poco tiempo, te veo entrenando a un nivel muy alto”. No lo olvidaré en la vida. El que me decía eso era Johann Neeskens ¡La leyenda! Recuerdo con mucho cariño nuestras noches de concentración con aquellos helados de vainilla y sirope de chocolate al acabar la cena. ¡Era nuestro momento! Los dos teníamos gran afición al helado. De verdad ¡Qué gran tipo! Qué gran corazón y sentido del humor.
- ¿Con cuántos porteros trabajas ahora? No temes los retos...
En estos momentos tengo 4 porteros, pero he llegado a tener hasta 5, tres de ellos internacionales por Sudáfrica, Zambia y Uganda. En estos 3 años y medio he trabajado con hasta 7 porteros internacionales, 5 de ellos en absolutas y dos en Sub'21. Mira, tengo tanta confianza en mi capacidad de trabajo que no me asusta nada, ni el equipo ni el nivel, ni la entidad de los porteros que vaya a entrenar ni el entrenador con el que vaya a trabajar. Con mis virtudes y mis defectos, creo que tengo la capacidad suficiente para desarrollar mi método de trabajo en cualquier entorno. Si he podido hacerlo aquí ¿por qué no en otro club?
Esto es como todo, además del desconocimiento están las diferentes tendencias y formas de ver el entrenamiento y el juego del portero. Yo tengo mi punto de vista, que no tiene porque ser ni comprendido ni aceptado, pero puedo defender y razonar cualquier cosa que hago. No me afectan las críticas hacia el juego de mis porteros ni hacia mi método de trabajo. Como tampoco me afectan las alabanzas, me mantengo muy al margen de todo esto. Y sí, en gran medida no me afectan porque aprecio que en el entorno hay mucho desconocimiento, por lo que no presto atención a aquellos comentarios o críticas hacia los porteros cuando no tienen una base fundada a través de una lógica o sentido común. Normalmente muchas de las críticas son tópicos; que si se le cae el larguero a la cabeza, que si no saca la rodilla, que si le han metido gol por su palo, que si no para un penalti, etc… Eso sí, las críticas siempre las respecto, porque la gente paga un dinero para ver un espectáculo del cual yo obtengo un salario. Y mira, los entrenadores de porteros no somos “dioses”, el protagonista de la película es siempre el portero.
- Las reglas siempre 'pringan' al meta. Ahora se puede colocar un contrario detrás de la barrera a dos metros del arquero...
Mira, en ese aspecto creo que los entrenadores de porteros “lloramos” bastante. La regla de la “cesión” es la mejor regla impuesta en el fútbol en toda su historia. Gracias a esta normativa tenemos un fútbol más dinámico. Yo todas estas reglas las veo como un reto que nos tiene que hacer cada vez más inteligentes y en el que cada vez tenemos que continuar creciendo y mejorando. Con lo único que no estoy de acuerdo es con la tarjeta roja y la expulsión. Con todas las demás reglas, a pesar de que son algo “puntillosas”, me adapto. Personalmente me encanta que un portero tenga que poner el balón en juego en 6 segundos, porque con ello dinamiza el juego y esto le obliga a tener una mayor capacidad de percepción y de decisión en situaciones de estrés. ¿Cuál es el problema? No tenemos porque protegernos tanto con esto. Pero claro, es mi punto de vista, seguramente equivocado, pero las reglas son las que son y de nada sirve quejarse.
Es un cúmulo de muchas cosas, la calidad por sí sola no te garantiza rendimiento sin una actitud adecuada, de la misma manera que el trabajo, por sí solo, no va a brindarte el éxito. Hay porteros que siendo “básicos” han sobrevivido largos años en esto del fútbol y otros que siendo “brillantes” y teniendo más aptitudes que los primeros tuvieron carreras “breves” o apariciones “fugaces”. Por ponerte un ejemplo y hablando de lo que es en mí caso ser entrenador: personalmente considero que mi conocimiento del mundo de la portería viene a través de mi reflexión constante, y que esta reflexión constante se genera gracias a mi pasión. Mi pasión, es la que me genera el conocimiento. La persona que soy me hace ser o no mejor o peor entrenador. Lo mismo sucede con un portero. Si no tiene capacidad autocrítica eso no le dejará mejorar y posiblemente limitará su capacidad de mejorar como portero. Hablando de condiciones, la inteligencia para mí es algo muy importante y una de las mejores virtudes que puede poseer un portero.
- ¿Se te puede considerar un autodidacta? Tus métodos son tuyos y no te importa divulgarlos además...
Seguramente si, tres años y medio aquí han generado además en mí más capacidad para serlo. Estoy fuera de todas las tendencias y corrientes del entrenamiento del portero en Europa. Hay veces que los entrenadores funcionamos con modas. Si no haces esto o aquello que se está haciendo no estás en el camino correcto. No obstante creo que tengo capacidad para desarrollar ideas. Si veo algo que me interesa lo optimizo y lo desarrollo con mi visión, mi idea, a mi manera. Mi método de trabajo es básico, simple, pero considero que está bien gestionado porque se lo que quiero y donde quiero llegar en todo momento y me siento con la suficiente libertad para desarrollarlo tal y como yo quiero. Todo, todo lo que hago, por simple que sea, es a la vez complejo, y lleva detrás una gran reflexión. Y sí, no me importa divulgarlo porque compartir y ayudar me hacen sentir mejor persona. Estoy en una posición privilegiada, a mis 41 años tengo mi futuro económico resuelto, he conseguido mi sueño, que no era otro que no volver a trabajar en una cadena de producción en la vida y vivir de aquello que me gusta. Siento que tengo la obligación de compartir, de dejar un legado, por pequeño e insignificante que sea. Hay muy poco corporativismo en este aspecto, muchos entrenadores sólo muestran su trabajo en cursos, que por otro lado son de pago y a los cuales la gente no tiene acceso. Más aún con la crisis económica en la que la población está inmersa. En estos dos años y medio mi web a recibido visitas de prácticamente todos los países del mundo. A diario, visitantes de cerca de 60 países visitan la web. Recibo gran cantidad de correos electrónicos de todas las partes del mundo mostrando su agradecimiento, muestras de cariño, de respeto… Eso es algo que le llena el alma a cualquiera y algo que te hace ver que el compartir tu trabajo y conocimiento merece la pena.
Es que no puede ser de otra manera. El secreto es que ellos hagan lo que tú quieres que hagan pensando que ellos quieren hacerlo. En definitiva es el portero la persona que debe de responsabilizarse de su juego. Yo estoy ahí para ayudarle, no para imponerle, para ello es importante “negociar”. Crear un vínculo de compromiso, respeto y confianza con el que puedes llegar a “convencer”. La “imposición” por sí misma es pan para hoy y hambre para mañana. Es como educar a un hijo, coartar la libertad sin justificación ninguna genera insatisfacción y no lleva a ningún sitio. Hay que respetar la esencia de cada portero, pero teniendo en cuenta unos mínimos, que por otro lado, no son “negociables”. Tras 3 años y medio aquí, podría decir que tengo una autoridad moral sobre mis porteros que he ido ganándome con mi actitud y comportamiento. A veces puede dar incluso la sensación de ser un “agente externo”, que viene a gestionar y optimizar los recursos dentro del departamento de porteros. He llegado a crear un clima completamente diferente al que tiene, por ejemplo, el resto del equipo. Muchas veces los porteros me dicen: “Coach, tú no eres un entrenador normal”. “Es que yo no soy entrenador”, les digo riendo. Les doy voz y voto, e incluso negocio, entre comillas, contenidos y cargas de entrenamiento. Les hago ver que soy yo el que está al servicio de ellos y no ellos al mío. Algo que por otro lado crea en ellos un gran compromiso. Es la pescadilla que se muerde la cola. Yo te doy, tú me das y estamos juntos en esto, para lo bueno y para lo malo. Y luego la verdad es que los adoro, los quiero muchísimo. Soy una persona bastante emocional, no puedo evitarlo.
- No se si 'escribes' más en tu web y blog que en la piel, llegas hasta arriba de tatoos...
La verdad es que vuelvo “cargado”. Excepto la espalda, tengo todo el tronco superior tatuado, incluidos ambos brazos. Diseños maoríes, tribales, frases célebres de personajes históricos, valores, y sobre todo títulos de canciones. Las canciones son para mí la mejor manera de inmortalizar recuerdos. Me preocupa también muy poco el qué dirán. Para mí cada uno puede hacer en esta vida lo que quiera, siempre y cuando se respeten los principios de la libertad de los demás. Mi aspecto puede condicionar la imagen que otros pueden crearse sobre mí pero es algo que no me preocupa. Es algo que he aprendido en África. Como digo muchas veces, como persona estoy lleno de defectos pero tengo dos virtudes muy grandes; La primera es que jamás tengo una mala intención. ¿La segunda? Pues que Dios me dio un don muy grande, el de no saber qué es la envidia. Tanto la web como mis tattoos, son una filosofía y forma de entender la vida.
Con Iago tuve una relación muy intensa y muchas “peleas”, siempre desde el cariño y el aprecio mútuo, el tiempo pasado conmigo es algo que él seguramente recordará durante toda su vida. Lo cogí en una etapa complicada, cuando era joven y estaba aún creciendo, tal y como lo estaba haciendo yo porque apenas llevaba 5 años entrenando. Lo hice lo mejor que pude pero en muchas cosas me equivoqué, principalmente porque no tenía la “mochila” de experiencias que tengo ahora y yo también estaba aprendiendo. Y sí, me llamaban así, tanto Iago Herrerín como Raúl Fernández-Cavada como Javi Mandaluniz (los tres porteros que entrené en el equipo filial). Todavía lo siguen haciendo y creo que si algún día vuelvo a entrenarlos nada cambiaría. Hace 4 años que no los veo. Bueno, a Jabi Mandaluniz sí, tengo una relación más estrecha con el producto de la situación deportiva complicada que estaba atravesando en el club cuando yo trabajaba en el Athletic. Considero que ese es también parte del trabajo del entrenador de porteros, estar más cerca de aquellos que no dispongan de mucho tiempo de juego centrándote en el plano personal un poquito más en ellos. Para mí el fútbol, es a menudo secundario. Para mejorar el rendimiento deportivo a veces es necesario escarvar en lo personal. Si te soy sincero para mí el fútbol no es el fin, es el medio. Estoy más interesado en ser feliz en la vida que llegar a ser un entrenador de porteros de reconocido prestigio. Y así, poco a poco, pensando en lo primero, sin darme cuenta, voy creciendo como entrenador porque trabajo sin presión.
- Su llegada y competencia ha 'traído' al mejor Iraizoz desde que esta en Bilbao. Un Gorka al que siempre has defendido...
Pero es que Gorka Iraizoz con sus limitaciones, que también las tiene como todos los porteros del mundo, es un gran portero y nunca he tenido ninguna duda de ello. Es un portero de aportación bastante completo y equilibrado en todas las facetas del juego. El problema es el “prisma” con el que se miran las cosas. Luego también está la “exigencia” de la lupa con la que San Mamés observa la demarcación del portero. No es fácil para un portero ofrecer rendimiento en San Mamés durante un espacio prolongado de años. El público de San Mamés es un público bastante agresivo y crítico con el portero. Es mi apreciación al respecto, pero puedo estar equivocado.
Estoy bastante desconectado de lo que pasa por ahí con los porteros de fútbol base, como lo estoy a nivel de funcionamiento interno del club en cuanto al trabajo que se está realizando con los porteros. De vez en cuando, alguna conversación con alguno de los que quedan de mi época y poco más. Pero va más encaminada a hablar de su situación personal y de cómo se encuentran y están viviendo su día a día en el club. Todos esos de los que me hablas, a excepción de Kepa Arrizabalaga, que cuando yo estaba en el club era muy joven, no los conozco. Incluso a Kepa se podría decir que no lo conozco pues no era uno de los porteros con los que yo trabajaba habitualmente. Además está la evolución, yo no soy tampoco el mismo que era hace 5 años, aunque mantengo mi esencia.
- ¿Cómo se ha vivido en Sudáfrica el fallecimiento de Mandela y que significa su figura para el país?
Creo que es el símbolo del perdón, pero del perdón con el ejemplo. Un ejemplo de cómo una persona puede cambiar un país, poniendo su persona y su vida al servicio de éste. Más que su muerte han celebrado lo que significó en vida. Hay una frase de Mandela que resume muy bien para mí el legado que ha dejado en el mundo, dice así: “Lo que cuenta en la vida no es el mero hecho de haber vivido. Son los cambios que hemos provocado en las vidas de los demás lo que determina el significado de la nuestra”. Una frase, que por cierto, tengo también tatuada en el cuerpo desde hace un tiempo.