Seguimos a vueltas con la sede de la Final de Copa. A estas alturas, seis días después de que se haya clasificado el Sevilla, sólo sabemos que el Bernabéu no acogerá la final y que los fans de Bruce Springsteen podrán coger el hotel antes que las aficiones que acudan a la final de Copa si esta acaba disputándose en el Vicente Calderón.
El Calderón debe ser la opción por la que pelee el Sevilla. Jugar en La Cartuja resta 'fiesta', Bilbao está lejos y mal comunicada con Sevilla, Barcelona es 'territorio comanche' y Valencia es darle cierta ventaja a los de Luis Enrique aunque un mal menor. Por eso, la postura del Sevilla a la hora de negociar debe ser firme, si me apuran, casi inflexible. El objetivo, facilitar y abaratar el desplazamiento de los sevillistas a la capital de España. No puede haber otro.
Y sobre la postura del Real Madrid hay poco que añadir. Están en su derecho. Otra cosa es que falte señorío. ¿Alguno vez lo hubo?