Sevilla y Betis han dejado rematadas sendas planificaciones de locura. Con más de diez cambios cada uno y configuraciones de plantilla muy distintas a las de la temporada pasada. Además, los directores de orquesta, Sampaoli y Poyet, nada tienen que ver con sus predecesores. Especialmente en el caso del sevillista, que se parece a Emery como un huevo a una castaña. Ambos han empezado con dudas, pero hay que darles tiempo, como a Torrecilla. Monchi es otra cosa, su crédito es casi infinito.