La excusa de la casualidad y el arte del ninguneo

Dícese que el ninguneo consiste en menospreciar algo, no hacerle caso o no tomarlo en consideración. Una postura a la que en Heliópolis llevan sometidos casi toda una vida. Ya sea por incomodidad, por falta de peso institucional o por meras 'casualidades', la realidad es que, bien se aduzca una razón u otra, el Real Betis siempre sale mal parado. Ahora con el VAR como verdugo.

Y es que en esto del fútbol se lleva muy bien eso de las casualidades. La misma casualidad del ninguneo típico de cada semana en contra de los de verde. También esa casual relación íntima de Mejuto González, delegado del Getafe, con González Fuertes, encargado del VAR en Getafe. Curiosamente la misma casualidad que coloca a Mejuto González justo hace un año como uno de los examinadores de Velasco Carballo, el 'jefe' del VAR. O la de que el club salga golpeado jornada tras jornada, año tras año, temporada tras temporada. ¿Y si el fichaje ideal no está en Aleñá o Guido y sí en un exárbitro como delegado?

Por los improperios, por las injusticias o por determinadas decisiones. Porque de poco vale, o valía, tener a tu presidente como miembro de la RFEF. Tampoco sirven las quejas formales, las protestas o las pataletas. Al final, siempre se deduce una larga lista negra de desengaños. Ahora, en apenas 21 partidos: el penalti en Villarreal, el penalti en el derbi, el de las mano de Coke, el penalti al Éibar, la expulsión de Joel en la jornada 1, el puñetazo a Borja Iglesias y el derribo a Loren ante el Espanyol, las expulsiones en la ida contra el Getafe, el descaro en la vuelta... ¿Es casualidad?

La casualidad del VAR

"Y qué lástima del Betis". "El que siempre sale mal parado". "O al que el fútbol le debe algo". "Los árbitros robando una y otra vez". ¿Le suenan esas frases? Pero pase lo que pase al final resulta el mismo resumen: otra temporada tirada en enero. O quizás en febrero. Será la casualidad del destino, que el engranaje no encaja o que esto es lo que engancha del deporte. Lo del Manquepierda. Pero al final, siempre es el Betis el que sale perdiendo, el que compra su ticket para el abismo de cada año.

Pero dejémoslo claro. Seamos honestos. ¿Siempre la culpa es del árbitro? ¿O quizás es la excusa de todo equipo pequeño? Cierto es que existe ese dudoso 'arte' oscuro que siempre acaba con el Betis ninguneado. Pero no es la culpa del arbitraje fallar cuatro disparos bajo la línea de gol. O caer eliminados en Copa del Rey. O tirar unas semifinales por un mal planteamiento. Tampoco que te elimine un equipo menor en el viejo continente. Ni siquiera que haga lo mismo un Segunda División metiéndote una manita. Y mucho menos entrar en Europa una vez en 15 años.

Tan realidad es que el Betis sale mal parado como que no siempre vale esa excusa. Sirve una vez, incluso dos o tres, pero no año tras año. Ni esa ni ninguna otra. Y todo lo expuesto arriba lo sufre el de siempre, el bético, el que de verdad importa. Al que ya no le valen excusas manidas, arengas, protestas públicas o casualidades, si el resultado siempre es el mismo.