La antigüedad de Caparrós es ganar

Joaquín Caparrós Camino le ha cambiado la cara al Sevilla. No juega bonito el equipo, pero gana lo que antes no llevaba a cabo. Lo ha hecho sin Vaclik, sin André Silva, sin Navas y con un Banega que no vive su mejor momento.

Cogió a un equipo moribundo y de momento gana. Nueve puntos de 12 posibles y a un punto de la cuarta plaza. Juega feo pero sabe a lo que juega.

Más allá de lo deportivo, el compromiso del entrenador es total con la entidad. Caparrós es parte del escudo del Sevilla. En el 2000 tomó las riendas cuando el Sevilla era un solar, volvió en 2018 para meter al equipo en Europa, se hizo cargo de la dirección deportiva cuando nadie lo deseaba y hace dos semanas tomó la responsabilidad del banquillo como única alternativa. Eso es compromiso.

Puede que sus métodos sean antiguos, que su fútbol no sea vistoso, pero lo cierto es que en ocho partidos al frente del Sevilla entre 2018 y 2019, Caparrós ha ganado seis, ha empatado uno (derbi de la temporada pasada) y solo ha perdido el choque ante el Valencia. Es decir 19 de 24 puntos posibles.

Compromiso y resultados con un Sevilla que se lo ha dado todo y él se lo devuelve con creces. Caparrós siempre está ahí.