Un cubano vuela por primera vez por encima de los 18 metros en triple salto

Bajo el caluroso cielo de Doha, donde los aficionados caldeaban con sus banderas y animaban aún más el ambiente, el cubano Pablo Pedro Pichardo voló hasta los 18.06 metros en la prueba de triple salto de la Liga de Diamante.Luisa Urrego
Pichardo estableció así el récord de Cuba y mejoró su marca personal. Tras él, quedaron el estadounidense Christian Taylor (18.04 m) y el campeón del mundo francés de la disciplina Teddy Tamgho (17,24 m), que acabó lesionado del talón de Aquiles.
Esta es la primera vez en una competición que dos saltadores sobrepasan los 18 metros.
"Me siento muy bien, una marca por encima de los 18 metros es algo espléndido y muy contento y sorprendido", declaró a Efe Pichardo tras la competición celebrada en Catar, donde el calor no dio tregua.
Para Pichardo representar a Cuba es algo muy "rico" y muy "importante". Además, el joven saltador cubano se ve más que capaz de superar la plusmarca que estableció en 1995 el atleta británico Jonathan Edwards (18.29 m).
"Creo que puedo saltar por encima de los 18.30, solo tengo que seguir trabajando como lo estoy haciendo", dijo entusiasmado el cubano de tan solo 21 años, al que los aficionados aclamaban tras anunciarse por el altavoz el récord que conseguía al saltar por encima de los 18 metros.
Entre sus objetivos para esta temporada destacan "ganar el mundial de Pekín y estar en el mundial panamericano, que se disputará en Toronto, y hacer lo posible para estar por encima de los 18.30 m".
El cuarto puesto se fue también a la isla caribeña, concretamente para Alexis Copello (17,18 m), que estuvo alejado durante dos años de las competiciones y que comienza con buen pie en Doha su temporada.
"Me sorprendió porque esperaba saltar mejor, pero me siento contento y satisfecho", dijo el isleño, que remataba la noche para uno de los países de la región con más tradición atlética.
En un área en el que el deporte rey es el fútbol y hay poca cabida para el atletismo, el atleta argentino Germán Chiaraviglio, dio una alegría a su país en la disciplina de salto con pértiga. En la primera vez que competía en la Liga de Diamante, acabó tercero saltando en el segundo intento los 5.60 metros.
"Estoy muy contento, hacía mucho tiempo que no competía a este nivel, personalmente es muy importante porque es como una revancha tras tantos años de no tener muy buenos resultados, así que es una muy buena forma de comenzar el año" declaró a Efe un exultante Chiaraviglio.
El atleta, al que solo el griego Konstantinos Filippidis (5.75m) y el alemán Carlo Paech, (5.60m) pudieron superar, sorprendió con sus saltos al público de Doha en el Qatar Sports Club.
"Me gustaría hacer en los Juegos Panamericanos de Toronto un buen papel, no digo que podio porque en Argentina ya me estarían colgando la medalla", bromeó el saltador, que añadió que le gustaría estar entre los cuatro mejores, ir al campeonato mundial y estar en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, previstos para 2016.
El argentino, cuya marca personal es de 5,71 destacó que lleva trabajando el aspecto psicológico desde hace mucho tiempo, pero al parecer ahora dio en el objetivo y ahora, a sus 28 años, disfruta más de las "competiciones", algo que antes no le ocurría.
Los rascacielos de Doha fueron testigo de una noche en la que Latinoamérica brilló en disciplinas en las que suele dominar el continente europeo.
"Hay mucha presión, encima somos pocos los de Argentina que llegamos aquí y genera un poco más de repercusión pero bueno, eso no es una excusa y hay que estar a la altura", revela Chiaraviglio.
Según el atleta argentino, la razón por la que hay pocos atletas en Latinoamérica, es "por falta de infraestructuras deportivas, apoyo sobre todo económico por parte del Estado y también privado; eso hace que la mayoría deje el deporte para trabajar y estudiar".
Sin embargo, con los Juegos Olímpicos de Río a la vuelta de la esquina, este tipo de actuaciones dan confianza a Latinoamérica en eventos de corte atlético. Y quién sabe si en Río 2016, muchos sueñen no con ser Leo Messi, sino Germán Chiaraviglio.