El joven jugador de la NFL Kwon Alexander ha dejado de ser un simple rookie de la Universidad LSU y ha terminado siendo un héroe jugando con los Tampa Bay Buccaneers. El jugador no sólo hizo un gran partido con una espectacular actuación individual que fue la desencadenante de la victoria de su equipo ante los Atlanta Falcons, sino que todo esto pasó en menos de 48 horas después de que su hermano de 17 años muriera tiroteado.
El hermano pequeño del deportista vivía en Anniston, Alabama, donde se vio involucrado en una pelea que acabó con su vida.
El entrenador, Lovie Smith, dio permiso para que fuera con su familia pero Kwon decidió quedarse con sus compañeros y jugar el partido, “él siempre quería verme jugar, y sé que lo que querría es verme aquí. He jugado por él. Todo lo he hecho por él”, dijo el jugador entre lágrimas al salir del vestuario.
Sus compañeros le dedicaron unas palabras para agradecerle que estuviera junto a ellos en un momento tan difícil y para que supiera que no estaba solo mientras tuviera a los Bucs con él, eso fue lo que dijo el entrenador Lovie Smith.
“Cuando estás en una situación difícil, a veces necesitas de tu otra familia, de tu equipo y tus compañeros, hacer algo que amas en vez de estar en casa dando vueltas a la cabeza. No me quiero ni imaginar lo que debe ser perder a un hermano de 17 años. Me alegro mucho de que sus compañeros hayan estado aquí para darle su apoyo”, terminó de decir el técnico.
Durante el encuentro, Kwon Alexander consiguió algunas de las mejores acciones. Realizó 11 tackles, siendo el que más hizo de su equipo. También se le anuló la mejor jugada del partido.