El corredor de 31 años residente en la localidad navarra de Berbinzana que ha fallecido hoy cuando disputaba la 51 edición de la multitudinaria carrera Behobia-San Sebastián es la cuarta persona que muere en esta prueba de 20 kilómetros de recorrido desde 2002.Además, en el transcurso de la prueba un varón de nacionalidad francesa de 42 años ha muerto tras sufrir un desvanecimiento y ser atendido en una carpa de la Cruz Roja instalada en el puente de Behobia y, aunque en un primer momento se ha especulado con que se trataba de un espectador, fuentes de la organización han confirmado que era una persona "totalmente ajena a la carrera".
Un total de 34.000 personas habían recogido los dorsales para correr los 20 kilómetros de distancia que separan el barrio irunés de Behobia y la capital guipuzcoana, un recorrido con varios repechos y cambios de nivel que hoy se han hecho más duros por las inusuales temperaturas para un mes de noviembre que se han alcanzado en San Sebastián, que han llegado a los 27 grados.
La muerte del joven corredor José Javier Suescun ha dejado "conmocionada" a la localidad navarra de Berbinzana, donde el joven estaba "muy integrado" y era muy conocido.
Según ha explicado a EFE el alcalde de la localidad, José Chocarro, el fallecido, que era hijo de su compañero de partido (UPN) y exalcalde de la localidad Santiago Suescun, era un joven deportista que se cuidaba y que había jugado en el equipo local como futbolista federado hasta hacía dos años.
Suescun, que se había desplazado hoy hasta San Sebastián junto a otros dos amigos con quienes había comenzado la carrera, ha llegado hasta las inmediaciones de la meta, pero allí se ha desvanecido, por lo que ha sido asistido por los equipos de emergencia, que han llegado a trasladarle al hospital, aunque allí se ha confirmado su fallecimiento.
Suescun es el segundo navarro que fallece en la Behobia-San Sebastián, ya que en 2013 una atleta de 30 años, vecina de Zizur Mayor, murió a causa de una parada cardio-respiratoria tras desvanecerse, también cerca de la meta, cuando había corrido casi la totalidad de la prueba.
Tres años antes, en 2010, el vizcaíno César E.B., de 40 años sufrió un desvanecimiento antes de llegar el puente del Kursaal, a pocos metros de la meta, y falleció en el hospital central de la prueba tras ser atendido de urgencia.
César era un corredor habitual y conocedor de la Behobia-San Sebastián en la que había participado seis veces.
En 2002 el joven Asier Torrente, de 23 años, sufrió un paro cardiaco a pocos metros de la meta y murió cuatro días después en el Hospital Donostia, donde había ingresado en estado de coma.
Torrente jugaba en el club de fútbol de Hondarribia y participaba por primera vez en la carrera.