Una segunda empresa ha renunciado este miércoles a construir el pabellón olímpico de Tarragona 2017, según confirman fuentes de la Generalitat, lo que ha levantado las críticas de los grupos municipales de Ciutadans, la CUP, CiU y ERC, en la oposición.La Unión temporal de empresas (UTE) formada por Copisa, Calaf y Sau ha renunciado a construir el pabellón olímpico en el barrio de Campclar con una capacidad para 5.000 espectadores.
Se trata de la segunda renuncia después de que, recientemente, también la UTE formada por Dragados, Construcciones Rubau SA, y García Riera SL decidiera rechazar la adjudicación del proyecto con un presupuesto de 8,1 millones.
Según fuentes conocedoras del caso, la negativa de ambas empresas se basa en la inviabilidad económica.
En el caso de la primera adjudicataria, el propio consistorio pidió más información a la UTE al considerar que se trataba de una oferta temeraria, al ser su propuesta alrededor de un millón de euros más económica que el resto de candidatas.
El Ayuntamiento de Tarragona y la Generalitat analizarán el problema después de Semana Santa para encontrar una solución, ya que los Juegos están previstos del 30 de junio al 9 de julio del 2017.
El grupo municipal de CiU reclama una junta de portavoces urgente para pedir información al equipo de gobierno de Tarragona, formado por PSC, PP y UDC.
También Ciutadans considera urgente recibir explicaciones y ve a la Generalitat "despreocupada", a pesar de ser responsable de la construcción de estas instalaciones.
Por su parte, la CUP anuncia que pedirá al Parlamento catalán que "haga marcha atrás en este proyecto faraónico" y ERC también pide que se "reconsidere" porque "no es normal que renuncien dos adjudicatarias".