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Maxi Sánchez y Mati Díaz pondrán en juego la supremacía de Belasteguín y Lima

Los argentinos Maxi Sánchez y Mati Díaz, pareja número 3 del mundo, pondrán mañana en juego la supremacía de los número 1, el también argentino Fernando Belasteguín y el brasileño Pablo Lima, tras superar en las semifinales a la pareja formada por Sanyo Gutiérrez y Paquito Navarro y a Miguel Lamperti y Pablo Mieres, respectivamente.La final se disputará mañana en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza a partir de las 11.00 horas
Los primeros en saltar a la moqueta del pabellón zaragozano fueron la pareja número 2 del mundo, el argentino Sanyo Gutiérrez y el español Paquito Navarro, y la número 3, los argentinos Maxi Sánchez y Mati Díaz, que a la postre serían los vencedores por 2/6 y 4/6 tras una hora y 27 minutos de juego.
La dupla sudamericana está llevando una gran trayectoria en el torneo zaragozano confirmando su gran mejoría con respecto a citas anteriores en las que no habían desarrollado todo el potencial que se les espera y, en este caso, con un juego defensivo casi insuperable, pero también con un acierto superior al de sus rivales en la red, terminaron con la moral y la resistencia de Sanyo y Paquito.
La pareja número 2 del mundo buscó un juego muy ofensivo queriendo acortar los puntos pero sus rivales, conscientes de que les beneficiaba un juego de larga duración hicieron lo posible para intentar que fuera así.
"El Tiburón" Maxi Sánchez estuvo muy acertado en los puntos de red en el primer set mientras que su compañero hizo una labor impagable sacando prácticamente del sótano bolas que debían haber caído del lado de sus oponentes.
Si bien las cosas estuvieron equilibradas hasta el cuarto juego, en el quinto la pareja argentina Sánchez y Díaz se hizo con el saque de Sanyo Gutiérrez y Paquito Navarro.
Esto hizo mella en la dupla hispano-argentina que bajó su nivel y se fue desesperando progresivamente hasta el punto de que ya no volvió a sumar ningún juego.
El "Warrior" Mati Díaz y su compañero hicieron de una tacada los tres juegos siguientes para cerrar una manga demasiado cómoda para lo que en principio se esperaba (2/6).
En la segunda, aunque estuvo más equilibrada, nunca se vio cómoda a la pareja hispano-argentina Navarro-Gutiérrez.
Sabiendo que necesitaban imperiosamente la victoria en este set, y viendo cómo había transcurrido el anterior, pareció que no se les borraba de la mente.
Consiguieron llevar el electrónico parejo hasta la sexta manga pero en la séptima volvieron a perder su saque y se comenzaba a atisbar el principio del fin, a tenor de la solidez mostrada por sus rivales.
Éstos, durante todo el partido, han tenido la virtud de empequeñecer a una gran pareja haciendo que no pudiera sacar a relucir sus mejores virtudes en casi ningún momento.
Tras romper el servicio rival y colocarse 4/3, al dúo argentino le ha bastado con mantener su saque en las dos ocasiones siguientes para cerrar en 4/6 un encuentro muy táctico pero, sobre todo, serio y de gran concentración.
La segunda semifinal ponía en juego el billete para la final entre Mieres-Lamperti y Belasteguín-Lima en la que los favoritos se llevaron el gato al agua porque los número 4 no hicieron algo que se antoja casi imposible, completar un partido impecable en todas las facetas del juego, ya que esa parece ser la única forma de superar a los líderes de la clasificación mundial.
La pareja argentino-brasileña, muy firme en defensa y en ataque consiguió hacerse con el servicio rival en el cuarto juego y posteriormente lo consolidó con su saque (4/1).
Antes, ambas parejas habían tenido una opción de romper el servicio del enemigo, pero ninguno acabó por lograrlo.
Sin embargo, para Bela y Lima fue suficiente para llevarse una primera manga en la que los vencedores cometieron más errores forzados (12) que sus rivales (7), pero en la que su superioridad en la red (9 voleas ganadas por 3) les permitió comenzar a encarrilar el partido.
El segundo set no pudo comenzar peor para Lamperti y Mieres pues perdieron su saque. Necesitaban un estímulo para evitar que el partido se les convirtiera en el Everest y lo encontraron rompiendo en el segundo juego el saque de sus oponentes (1/1).
Ahí apareció el genio y la personalidad de Lamperti, que pidió el apoyo del público de manera ostensible, a lo que respondió un pabellón Príncipe Felipe entregado con grandes aplausos que quería más padel y, por lo tanto, que Lamperti y Mieres se hicieran con esta manga.
Al siguiente punto Fernando Belasteguín hizo lo propio y tras este, nuevamente Lamperti requirió el apoyo del respetable en lo que parecía un competición de grada de animación. Los espectadores entraron al trapo y el partido se animó también entre el público de récord que acudió a presenciar el encuentro.
Los número uno, en el quinto juego, se pusieron 0-40 y se hicieron con el saque rival a la segunda opción (2/3). Su seguridad ante unos oponentes que no encontraban ningún resquicio por donde sacar partido supuso alcanzar el noveno juego en el que llegaron a tener una bola de partido, aunque Mieres y Lamperti fueron capaces de darse una oportunidad al hacerse finalmente con el juego (4/5).
No hicieron más que retrasar un juego lo que parecía inevitable para ellos. En el décimo los número 1, con saque a favor, cumplieron el pronóstico y se metieron en su enésima final de la temporada al adjudicarse el set por 4/6 tras una hora y 44 minutos.

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