Jesús Ángel García Bragado, el atleta con más participaciones en Juegos Olímpicos del mundo -siete-, definió como "un cambio histórico e ilusionante" la sucesión de José María Odriozola, que no se presenta a la reelección después de 27 años en el cargo, y se declara dispuesto a colaborar con el nuevo equipo que salga de las elecciones del próximo sábado."Será un cambio histórico e ilusionante. Si, como parece por los apoyos que hay en la asamblea, Raúl Chapado gana la presidencia, será un gran cambio después de tantos años con Odriozola. Sería una persona de mi generación y lo veo con mucha ilusión. Como él dice, un gran salto para el atletismo español", declaró Bragado a EFE en Canillejas, su barrio, donde este domingo recibió un homenaje.
Bragado confía en que el cambio se vea acompañado por "una nueva generación de atletas, encabezada por Bruno Hortelano, que también ilusiona mucho" y expresó su deseo de "recuperar a atletas como Ana Peleteiro, que estén a un gran nivel internacional y el atletismo español pueda presumir de grandes atletas".
El marchador afincado ahora en Barcelona y en Cataluña desde hace más de veinte, ofreció su colaboración al nuevo presidente: "Espero que Raúl cuente conmigo para labores técnicas. Todos los compañeros saben mi disposición es plena. Después de tantos años en la competición podría aportar mucho, devolver mucho de lo que he aprendido en todos estos años, aunque como yo habrá otros que tengan esa misma ilusión. Raúl tiene que decidir con qué equipo quiere emprender este viaje".
Bragado explicó a EFE cómo surgió su vocación de marchador en Canillejas. "Me gustaba mucho el atletismo. Coincidió que en 1986 Samaranch dijo aquella famosa frase de 'a la villa de Barcelona' (concesión de los Juegos de 1992) y todos los chavales a los que nos gustaba el atletismo siguiendo a José Luis González y Abascal, nos ilusionamos mucho con estar en aquellos Juegos", recordó.
"Yo tuve la suerte de estudiar en un colegio como Tajamar, que tenía un gran equipo de atletismo, y pude conocer todas las especialidades. Vi a Miguel Ángel Prieto ganar una medalla de bronce en el verano de 1986 (Stuttgart) y luego en octubre Barcelona ganó los Juegos del 92. Me entró la ilusión por estar en aquellos Juegos y tuve la posibilidad de hacerlo a través de la marcha", añadió.
El éxito le llegó muy rápido (campeón mundial de 50 km en Stutttgart'93): "Ir a los Juegos de Barcelona'92 para mí fue como hacer un máster. Era mi primera competición internacional, pero eran unos Juegos. Así que al año siguiente había perdido los nervios, el respeto a la competición y a los rivales. Ya en la Copa del Mundo de 1993 fui medalla de plata y luego campeón de mundo por un cúmulo de circunstancias. El gran Robert Korzeniowski en esa ocasión fue descalificado, que es uno de los riesgos de la marcha, y tuve esa posibilidad de ser campeón del mundo".
Pese al éxito fulminante, Bragado fue capaz de mantenerse luego 23 años en la elite mundial. "Muchos de los que estuvimos en Barcelona'92 hemos durado muchos años. Uno de los logros de aquellos Juegos fue el plan ADO, que ha permitido a muchos deportistas dedicarse a lo que más les gusta, al deporte, y luego desde hace diez años los avances en traumatología me han permitido, cuando llegaron las lesiones importantes (como la de cadera) encontrar una solución. Eso me regaló una segunda juventud, poder prolongar mi carrera más allá de lo imaginado".
Preguntado sobre su mejor competición, apuntó: "Cuando uno tiene cierta edad sabe disfrutar y valorar mucho más lo que consigues. A lo mejor en Stuttgart'93 era demasiado joven (23) para valorar lo que había conseguido. Cuando conseguí mi última medalla, en el Mundial de Berlín 2009 (bronce), con mis hijas allí presentes, para mí es un grandísimo recuerdo, subir a un podio con casi 40 años. Fue como ganar otro oro".
Asegura que no le ha costado dejarlo. "Aunque todavía no me he retirado definitivamente, mi carrera deportiva ha sido plena y satisfactoria. Sobre todo después de volver de los Juegos de Río, donde todos mis compañeros, y no solo del atletismo, te dan un reconocimiento como el que me hicieron a mi llegada a la Villa Olímpica, uno puede estar totalmente satisfecho".
"Si continúo será como un deber, como un acto de servicio y por puro placer. Seguiré seguramente como atleta popular. Uno entra en una fase en la que tiene que decidir hacia donde enfocar el rumbo y está claro que de aquí a un año volveré a disfrutar del atletismo por puro placer", señaló.
A Bragado le gustaría repetir un maratón. "Ya corrí el de Nueva York en 2010, quedé con muy buen sabor de boca -hice 2h47- y ahora me gustaría volver a Estados Unidos para correr uno de los grandes, Chicago o Boston. Chicago es en octubre y sería una buena opción si no tengo, como espero, ninguna obligación de ir al Mundial de Londres con la selección española".
Para ello tendrá que adaptarse a la técnica de carrera, muy distinta a la de marcha. "La parte del entrenamiento es básicamente la misma, acumular kilómetros, aunque se necesita una adaptación muscular a la mecánica de la carrera. No son los mismos grupos musculares los que trabajar haciendo marcha que corriendo. No hay tanta necesidad de movimiento de brazos".
"Cuando preparé Nueva York me di cuenta de que mi limitación era muscular. Mis cuádriceps no estaban preparados para tanto acumular tanto kilometraje. Así que habrá que prepararlo con algunas semanas más de antelación. Hay que hacer una carrera lo más económica y ergonómica posible para minimizar los impactos sobre el asfalto", advirtió.