Una mesa redonda de mujeres deportistas discutía en la sede del Comité Olímpico Español (COE) sobre la situación del deporte femenino (que si las ayudas son muchas o pocas, que si las cuotas benefician o perjudican...), cuando un comentario hecho desde el público cambió el curso del debate: "¿Por qué hablamos de ayudas? Hablemos de una vez por todas de sueldos".Natalia Arriaga
Quien formuló la propuesta no fue una espectadora cualquiera. La reivindicación llegó por boca de Dori Ruano, exciclista, campeona del mundo en pista en 1998 y responsable actualmente del equipo Lointek, de categoría UCI. Su directora sabe de lo que habla: las corredoras, al contrario que los componentes masculinos de cualquier equipo de la misma categoría, no tienen salario. Los hombres cobran un mínimo por contrato.
"Es como cuando oímos que el hombre 'ayuda' a la mujer en las tareas de casa. Necesitamos cambiar el concepto de ayuda a la deportista por el de un salario. Si hacemos jornadas de entrenamiento y competición de más de ocho horas, ¿por qué lo dudamos?", se preguntó Ruano, que despertó el apoyo unánime del auditorio.
Mari Paz Corominas, que fue nadadora en México'68; Isabel Mozún, atleta en Los Ángeles'84; Patricia Moreno, gimnasta en Atenas 2004 (bronce); Thais Enríquez, nadadora sincronizada en Pekín 2008 (plata) y Londres 2012 (bronce); y Alejandra Quereda, gimnasta rítmica en Londres 2012 y Río 2016 (plata), participaron en el Foro de Deporte Femenino organizado por el COE. Protagonistas de distintas etapas del deporte español, contaron historias que parecen de otro mundo pero que no son tan lejanas.
Corominas recordó cuando la residencia Blume, hogar en Madrid de tantos deportistas, solo admitía a hombres. Algo influyó aquello en su temprana retirada de la competición.
Mozún habló de cuando el éxito para una deportista española era simplemente clasificarse para los Juegos Olímpicos. Hacer la mínima ya era un éxito. Treinta y dos años después de su participación en Los Ángeles, las mujeres ganan más medallas que los hombres y otra saltadora de altura, Ruth Beitia, fue campeona olímpica en Río.
Thais Enríquez rememoró cuando tenía que explicar lo que era la natación sincronizada, porque nadie sabía en qué consistía. Incluso le cambiaba el nombre para hacerse entender: baile acuático, danza en el agua... Y citó sus diez años en la elite en el equipo nacional y sus "cero" euros de cotización a la Seguridad Social en esa etapa.
Patricia Moreno habló del plus de mentalización que pueden tener las mujeres por haber afrontado más obstáculos para llegar arriba. Y Alejandra Quereda reivindicó el aumento de esperanza de la vida deportiva de las chicas.
"Hace no mucho era impensable llegar a los Juegos con más de 20 años. Ahora la gimnasia es un deporte de mujeres, no de niñas. Se necesita estar fuerte. Ha adquirido unas exigencias que antes no tenía", dijo la capitana del conjunto.
Este asunto se relacionó inmediatamente con el de la maternidad. Mozún advirtió de que "la prolongación de la edad competitiva va a coincidir cada vez más con la edad de ser madre".
"Si la decisión es ser madre durante la vida deportiva, se necesitan ayudas. Ayudas que no sean solo las de la familia. Es un gran esfuerzo. Las mujeres tendrán que pelear por el derecho a ser madres y seguir compitiendo", aseguró la exatleta.
El presidente del COE, Alejandro Blanco, recordó que una deportista que esté en el Plan ADO y se quede embarazada no pierde la beca.
Thais Enríquez, estudiante de derecho, se preguntó "cómo podemos tener una ley del deporte de 1990" y confió en que la nueva legislación que se prepara "impulse más el deporte femenino, porque aún hay mujeres que tienen que compaginar el deporte y el trabajo y aún hay brecha salarial". Enseguida le recordaron que no siempre hay brecha porque a menudo no hay salarios.
Respecto a las cuotas para favorecer la llegada de las mujeres a los cargos de dirección, las participantes en el debate se situaron entre la postura en contra de Corominas y la favorable de Enríquez.
Benilde Vázquez, la mayor experta española en temas de mujer y deporte, apuntó desde el público que "el problema es que el asunto de las cuotas está politizado y tiene mala prensa".
Patricia Moreno se refirió a la escasez de entrenadoras (ella lo es) y a su rara presencia en los equipos de hombres: "Conozco un caso de una entrenadora de un equipo masculino, pero decenas de entrenadores hombres al frente de equipos femeninos".
Las asistentes expresaron su deseo de que en próximos foros no haya que volver a hablar de los mismos problemas y se constate un avance real.
La mesa de debate estuvo moderada por Isabel Fernández, vicepresidenta primera del COE, presidenta de su comisión Mujer y Deporte y campeona olímpica de judo.