El español Fernando Alarza, que el sábado acabó segundo la prueba del Mundial de triatlón de Yokohama (Japón) que ganó su compatriota Mario Mola y que ahora es segundo en la general, declaró a EFE que está "muy contento con" su "medalla de plata y con que tres españoles" ocupen "los tres primeros puestos" del campeonato.Adrian R. Huber
Alarza, nacido en Talavera de la Reina (Toledo) hace 26 años y que el curso pasado capturó bronce en el Mundial -que ganó el mallorquín Mola-, ha pasado de ser la gran promesa del triatlón español a convertirse en una auténtica realidad. Arrancó con un cuarto puesto en Abu Dabi -donde ganó el gallego Javier Gómez Noya, único quíntuple campeón mundial de la historia-; fue tercero en Gold Coast (Australia), donde se impuso Mario, y ahora es segundo en la general, a seis puntos de los 2.064 con los que lidera éste.
"En Yokohama vivimos un día bastante atípico, un día muy duro, de frío y lluvia; y, aún así, el agua estaba a una temperatura que no permitía el uso de neopreno. La verdad es que el ambiente estaba muy frío y sin traje iba a hacer que la carrera fuese casi de supervivencia desde el primer momento", explicó, en conversación telefónica con Efe desde Japón, antes de abandonar ese país, Alarza, protagonista de la gran remontada de la prueba del sábado.
"La verdad es que creo que nadé muy bien desde los primeros metros, algo que me fallaba en las anteriores carreras; y pude entrar más o menos bien colocado en la primera boya. Aunque, bueno, siempre fue una lucha por la supervivencia, por mantenerte a flote, por intentar avanzar entre la gente", indicó.
"Después, al salir de la primera vuelta, vi que había un grupo bastante grande y no iba muy retrasado de la cabeza; normalmente suelo nadar mejor las segundas vueltas, pero aquí en la segunda vuelta empecé a tener bastante frío, me empecé a agarrotar; y me costaba bastante nadar", explicó Alarza, que en 2010 se proclamó campeón del mundo júnior, en Budapest.
"Pero bueno, había que aguantar ahí como se pudiera. Y al salir de la natación, lejos de dejar de llover, lo que hacía ya era diluviar, por lo que sabíamos que iba a ser una bici bastante dura", comentó.
"Las primeras dos o tres vueltas se tiró bastante fuerte y nosotros pudimos entrar relativamente fácil en el primer grupo".
"Luego fue aguantar ahí; y en cuanto empezó a pararse algo el ritmo empecé a tener frío de verdad. La temperatura, en grados, no era baja, pero sí la sensación térmica, por ir todo el rato empapado", indicó a Efe el segundo clasificado del Mundial.
"Empecé a tener bastante frío, se me empezaron a dormir un poco los pies y las manos. Y sabía que eso me iba a poder condicionar la segunda transición", dijo.
"En la última vuelta se veía que algo podía pasar y prácticamente en la última curva del circuito hubo una caída en la que (el inglés) Jonathan (Brownlee) se fue al suelo; y en la que yo me quedé cortado", indicó.
"Conseguí no caerme y llegué a la transición. Pero nada más ponerme a correr en la alfombra, ya veía que me iba a costar ponerme las zapatillas. No sé exactamente porqué, supongo que por el frío. Pero fui casi incapaz de ponerme las zapatillas en la segunda transición", explicó a Efe Alarza.
"Lo que hice fue intentar relajarme, intentar meter los pies como pudiera y, cuando lo conseguí, salí a correr con la adrenalina por las nubes. Salí a correr muy rápido el primer 'cinco mil' y la verdad es que no me notaba demasiado pasado, porque eso puede suceder. A veces, haces muy fuerte las dos primeras vueltas y eso, luego, te puede pasar factura", precisó.
"Luego, cuando llegué a la posición de Henri (Schoeman, surafricano) y (el noruego Kristian) Blummenfelt, en el kilómetro 6, más o menos, sí que había gastado alguna bala. Ese era el momento de intentar pensar y tener la mente fría para intentar hacer el mejor puesto posible".
"Una vez que llegué allí, lancé un pequeño ataque. Mario ya les había dejado atrás y estaba lejos. Era difícil cogerle, porque ya nos metía unos cien o doscientos metros. Y sabíamos que era complicado", declaró.
"Ahí ya venía la estrategia de jugar mis cartas de la mejor manera posible, para conseguir la mejor posición. En el último kilómetro poco a poco fui subiendo el ritmo, conseguí descolgar a Henri y a Blummenfelt; y, al final, estoy muy contento con la medalla de plata, estoy muy contento con que Mario haya ganado otra prueba del mundial y con que Javi (Gómez Noya) haya podido competir", indicó a Efe Alarza.
"Porque la semana que pasó aquí en Japón fue bastante dura. Con un flemón bastante gordo, con idas y venidas a Tokio para ver a dentistas de urgencias, antibióticos.. y, bueno, más de uno en ese caso no hubiera tomado la salida. Y Javi en esos malos días es capaz de hacerte un noveno. Es un ejemplo a seguir para todos", recalcó Alarza respecto a Gómez Noya, asimismo cuádruple campeón de Europa y medallista de plata en los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
"(El tinerfeño) 'Chente' (Hernández) va volviendo poco a poco a estar donde tiene que estar, nos alegramos que, después de un invierno duro por alguna lesión que pasó, vuelva a estar donde nos gusta verle", añadió.
"En general todo ha ido muy bien en Japón, con los tres españoles liderando el ránking Mundial. Está muy bien este comienzo del campeonato, casi a la mitad de las carreras", apuntó.
"Ya tenemos tres carreras puntuadas, ahora a seguir, a pensar en la siguiente. Yo vuelvo a casa, algunos días de relax para afrontar lo siguiente con ganas", comentó a Efe Alarza este domingo desde Japón.