El lituano Andrius Gudzius siguió los pasos de su ilustre compatriota Virgilijus Alekna, dos veces campeón mundial, y se alzó con el título de disco con el mejor lanzamiento de su vida: 69,21 metros.Gudzius logró su marca ganadora en el segundo turno, en el que también el sueco Daniel Stahl alcanzó su máximo rendimiento. Solo dos centímetros les separaron en la clasificación final.
Stahl, líder del ránking mundial del año con 71,20, aspiraba a convertirse en el primer lanzador sueco campeón del mundo.
La medalla de bronce fue para el estadounidense Mason Finley con un tiro de 68,03 metros.