El eritreo Ghirmay Ghebreslassie, que con 20 años de edad, en 2016, hizo historia al coronarse como el ganador más joven del Maratón de Nueva York, aseguró hoy estar dispuesto a defender su título el próximo domingo pero se mostró cauto respecto al elenco de rivales con el que correrá.Nora Quintanilla
"Espero de mí lo mismo que el resto. Hasta yo me estoy preguntando lo que puedo hacer el domingo. Sí, por supuesto, espero ganar, pero quién será el vencedor lo veremos el domingo", declaró a Efe el maratonista, cuyo tiempo de 2h07:51 clasificó además como la tercera marca ganadora más rápida en una competición.
"Voy a intentar hacerlo lo mejor que pueda para defender mi título, no es un trabajo fácil", evaluó el corredor, que respondió con una sonrisa cauta al ser preguntado por el elenco de atletas profesionales que participan este año en la carrera.
"Lo único que tengo en la mente es cómo lo voy a hacer bien para mí mismo el domingo", convino el atleta olímpico, que quedó cuarto en los juegos olímpicos de Río de Janeiro.
Así, prefirió no "predecir" números frente a corredores como el etíope Lemi Berhanu, ganador del maratón de Boston el año pasado, o el keniano Wilson Kipsang que, como Ghebreslassie, también se coronó en su debut en el de Nueva York, en 2014.
Berhanu, que se enfrenta por primera vez a esta gran carrera que recorre los cinco distritos de Nueva York, afirmó estar preparado para competir. "He estado entrenando unos seis meses y cubriendo muchos kilómetros", dijo el maratonista, "feliz y deseando ganar".
En esa línea, Kipsang, que logró un récord mundial en el maratón de Berlín en 2013 (2h03:23) y mejoró su marca en el de este año (2h03:13), señaló que afronta como "un nuevo reto" la última carrera que hará en 2017 porque en ella hay nuevas caras profesionales.
Por su parte, el etíope Lelisa Desisa también expresó su buen ánimo respecto a la competición pero, conocedor del atentado que dejó ocho muertos en la ciudad esta semana, recordó la maratón de Boston que ganó en 2013 y en cuya línea de meta estallaron dos bombas, dejando tres fallecidos y más de 260 heridos.
"Entristecido" de que hubiera ocurrido un incidente "similar", al enterarse de la noticia en el aeropuerto, Desisa manifestó no estar asustado, sino centrado en avanzar en el evento deportivo que estuvo a punto de ganar en 2014.
"Mi meta es ganar y espero ganar", aseveró el corredor, quien atribuyó a "duros entrenamientos" estar en mejor forma que la última vez que participó en Boston, en 2016, donde quedó segundo con 2h13:32.
Otros de los que buscarán dejar atrás a Ghebreslassie son el suizo de origen eritreo Tadesse Abraham, que debuta en Nueva York tras recuperarse de una fractura del sacro, y el keniata Geoffrey Kamworor, que quedó segundo en Nueva York en 2015.
En cuanto a la prueba en silla de ruedas, el atleta suizo Marcel Hug se postula como uno de los potenciales vencedores, con 14 títulos de grandes maratones a sus espaldas, el más reciente en Chicago este año (1h29:23), y cuatro medallas olímpicas en Río.
La carrera, que discurre por 42 kilómetros por las calles de Nueva York, premia con 100.000 dólares a los campeones masculino y femenino, y con 20.000 a los campeones en silla de ruedas.
Desde su comienzo, en 1970, más de 1,1 millones de corredores han cruzado la línea de meta. Este año se espera que participen más de 50.000 corredores y cerca de 2,5 millones de espectadores.