Una jornada de ensueño en los Campeonatos del Mundo de halterofilia que se disputan en Anaheim vivió la española Lydia Valentín, que se proclamó campeona mundial en las tres disciplinas de su categoría, los 75 kilos.También sumaron de tres en tres el cubano nacionalizado chileno Arley Méndez y el iraní Sohrab Moradi, el asiático con récord.
La berciana Lydia Valentín, que tuvo que esperar dos años para volver a un mundial después de que una lesión le impidiera competir en la edición del 2015 en Houston, protagonizó una actuación memorable que le dio sus primeros oros mundiales.
La exhibición de superioridad de Valentín comenzó cuando las otras once participantes en el Grupo A ya habían concluido la competición en arrancada. La ecuatoriana Neisi Dajomes ya se había asegurado al menos la medalla de plata, después de haber levantado 108 kilos en el tercer intento.
Ankhtsetseg Munkhjantsan, de Mongolia, se había quedado en 107 kilos, que logró en el tercer intento, y con el bronce.
Ahí fue cuando salió a la tarima la medallista olímpica Valentín, bronce en Río 2016, aunque está pendiente de la adjudicación de una plata de Pekín 2008 y de un oro en Londres 2012, por dopaje de otras competidoras.
Valentín comenzó su exhibición con un primer levantamiento de 110, pidió poner el peso en 115 para el segundo, que superó de manera brillante, y lo propio hizo con el tercero y 118 kilos.
En la modalidad de dos tiempos, Valentín, actual campeona de Europa, esperó a que cumpliesen sus rivales los primeros dos intentos y luego comenzó con 130 kilos, que incrementó a 135 en el segundo y a 140 en el tercero, cuando ya tenía todo decidido.
"Ha sido algo increíble lo vivido", declaró Valentín al concluir su participación perfecta -hizo buenos los seis levantamiento- en el Centro de Convenciones de Anaheim.
Con un total de 258 kilos, las tres medallas conseguidas por Valentín permiten al equipo español llegar a las cuatro, después del bronce ganado por el sevillano Josué Brachi en arrancada de la categoría de 56 kilos.
La ecuatoriana Dajomes también brilló en la prueba de dos tiempos, con 132 kilos que le dieron la medalla de bronce en esta modalidad y la de plata en el total olímpico con 240 kilos.
La francesa Gaelle Verlaine Nayo con un levantamiento de 134 kilos -falló el tercer intento de 138- logró la medalla de plata en dos tiempos y consiguió la de bronce en el total con 237 kilos, tras haber hecho 100 en arrancada, que la dejó en sexta posición.
Arley Méndez, de 23 años, acaparó todo el protagonismo en la categoría de los 85 kilos con una gran exhibición merecedora de los tres oros y el título mundial.
El levantador, de origen cubano y que el pasado mayo recibió la nacionalidad chilena, dominó todas las pruebas. Logró 175 kilos en arrancada (probó primero con éxito los 163 y los 171) y 203 en dos tiempos, para un total olímpico de 378, y no hubo rival que pusiese en peligro sus tres medalla de oro.
El polaco Krzysztof Maciej Zwarycz logró la plata con un total de 359 kilos después de haber levantado 162 kilos en arrancada, cuarto puesto, y 197 en dos tiempos, segundo también en esta prueba.
El italiano Antonino Pizzolato fue el que se llevó la medalla de bronce con un levantamiento de 162 kilos que logró en el tercer intento de arrancada y 196 en dos tiempos, cuarta posición, para un total olímpico de 358 kilos.
También se exhibió el iraní Moradi, campeón olímpico, que en los 94 kilos estuvo siempre confiado y, después de haber levantado 184 en arrancada, llegó a los dos tiempos convencido de que podía batir el récord mundial y consiguió su objetivo.
El atleta iraní comenzó con 220 kilos y colocó el peso en 233 para el segundo en busca del récord, y lo consiguió al hacer perfecto el levantamiento y superar los 232 que era la marca mundial en poder del polaco Szymon Kolecki.
Moradi también estableció el récord mundial en el total olímpico con la suma de 417 kilos.